Cuando anunció la remodelación parcial de su gabinete, el primer ministro de Japón, Shinzo Ane, no ocultó qué lo empujaba a hacerlo: recuperar la confianza de la ciudadanía, mermada por escándalos de favoritismo que involucraban a gente afín al gobernante japonés.
Parece que Abe no anda descaminado, pues el respaldo popular a su gabinete subió a 44,4 % tras el remozamiento, según una encuesta realizada por la agencia Kyodo.
El apoyo al gobierno creció 8,6 puntos porcentuales con respecto a mediados del mes pasado, cuando su aprobación cayó al nivel más bajo desde que Abe asumió el poder en 2012.
Entre los nuevos ministros nombrados el jueves, destaca el de Asuntos Exteriores, Taro Kono, defensor de la inmigración.
El sondeo se realizó por teléfono el jueves y el viernes. (International Press)
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