El expresidente de Perú Alan García afirmó hoy que responderá «a todas las acusaciones» que se le hagan, tras declarar ante un equipo especial de fiscales en la investigación que se sigue por presunta corrupción en la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima, vinculada al caso Odebrecht.
«A mí nadie ha dicho o insinuado que me haya dado un centavo, ni Odebrecht o ninguna otra empresa», declaró el gobernante al Canal N de televisión tras declarar ante la Justicia.
García permaneció hoy durante unas tres horas en la sede del Ministerio Público, donde se tomó su declaración en privado, «a pedido del investigado», por lo que el interrogatorio fue «exclusivamente sobre sus descargos» en el caso.
La Fiscalía agregó, sin embargo, que «se reserva el derecho de ampliar el interrogatorio en su debida oportunidad con mayores elementos acopiados».
Al dejar la sede fiscal, García reiteró que se presentó «voluntariamente» y dijo que cree «haber esclarecido bien» que no existe ningún tema «por el cual reprocharle en este asunto».
«Lo que digo es muy simple: a otros habrán podido comprar, a mí no», enfatizó.
En Perú, la Fiscalía investiga los sobornos entregados por Odebrecht por 29 millones de dólares en un periodo que comprende el Gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), el segundo Gobierno de García (2006-2011) y el de Ollanta Humala (2011-2016).
Dentro del mandato de García, la Fiscalía investiga los pagos ilegales de Odebrecht para adjudicarse la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima, por lo que se encuentran detenidos el exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba y varios miembros del comité de licitación de la obra.
El exgobernante añadió al Canal N que su situación legal «es diferente al caso de los señores Toledo y Humala» que, en su opinión, «está debidamente comprobado» que recibieron dinero de Odebrecht.
«Tengo mucho orgullo, como decía un embajador norteamericano: tengo un ego colosal, le dicen… yo no me voy rebajar», indicó.
Rechazó, además, que se le vincule con los delitos que puedan haber cometido funcionarios de su régimen y dijo que estos deben recibir «cien años de prisión» si esas acusaciones se prueban.
«En el derecho, la responsabilidad penal del crimen, del delito es de la persona que lo comete, si un funcionario de segunda se corrompe no corrompe al presidente», remarcó.
García también confirmó que pasa «un año sabático» en Madrid, donde ha alquilado un departamento hasta septiembre próximo, ya que luego volverá a residir en Lima, según dijo.
El expresidente ya declaró en febrero como testigo ante la Fiscalía sobre el contrato del Gasoducto Sur Peruano, adjudicado a un consorcio integrado por Odebrecht, en el que defendió su inocencia, y en anteriores intervenciones llamó «ratas» a los funcionarios de su Gobierno que recibieron sobornos.
El pasado 18 de julio, García no asistió a una citación de la Fiscalía de Delitos de Corrupción de Funcionarios de la región Lambayeque (norte), que investiga presuntos actos de corrupción en la concesión de un proyecto de irrigación a Odebrecht.
El semanario periodístico Hildebrandt en sus trece también informó que en la agenda del encarcelado Marcelo Odebrecht aparecen las iniciales «AG» junto a un término que haría alusión al proyecto de irrigación de Olmos.
Tras conocerse esa información, García negó que las siglas «AG» se refieran a él y dijo que durante su segundo mandato solo tuvo una reunión con Odebrecht.
Sin embargo, el diario El Comercio señaló en mayo pasado que los registros oficiales indican que estos encuentros fueron cinco, ante lo que el abogado de García, Erasmo Reyna, aseguró que probablemente el exmandatario peruano no recordaba esas citas.
Además, el publicista brasileño Joao Santana declaró ante el juez brasileño Sergio Moro que Odebrecht le pidió asesorar la campaña electoral de García con miras a las elecciones peruanas de 2016, algo que el exgobernante también ha negado.
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