La operadora de la accidentada central de Fukushima ha difundido las primeras imágenes captadas por el robot acuático que se ha introducido en la vasija del reactor número 3 de la planta para analizar el interior de las instalaciones atómicas.
Tras sumergirse el pasado miércoles en el corazón del reactor, el autómata ha obtenido imágenes que podrían apuntar a la presencia de combustible atómico fundido, confirmó hoy a Efe un portavoz de Tokyo Electric Power Company (TEPCO), quien añadió que la empresa está analizando toda la información recopilada.
TEPCO ha recurrido a esta medida para examinar el estado interno del reactor 3, que se encuentra inundado con agua marina inyectada por la operadora para refrigerar el material nuclear, con vistas a preparar el camino para la compleja tarea de desmantelar la unidad.
Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del desastre desencadenado por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011, y conocer el estado exacto de las barras de combustible radiactivo es fundamental para su manejo y retirada.
La unidad número 3 es la que presenta más dificultades para evaluar su situación, pues a los niveles extremos de radiactividad dentro de la vasija -que impiden que operarios humanos puedan acercarse- se une el mayor volumen de agua de los tres reactores dañados, de unos 6,4 metros de profundidad.
Las imágenes captadas por el robot muestran que la plataforma metálica situada en la base de la vasija de contención del reactor se encuentra parcialmente hundida, lo que podría ser obra del combustible atómico fundido y filtrado a través de la vasija de presión (la que alberga al núcleo de la unidad).
La exploración del autómata, manejado por control remoto, se centrará hoy y mañana en el fondo de la vasija de contención para tratar de confirmar la presencia de combustible fundido.
Se cree que la mayor parte de barras de dióxido de uranio y MOX (una mezcla de uranio y óxido de plutonio) del interior del reactor se fundieron a consecuencia del accidente y fueron a parar al fondo de la vasija de contención.
La operadora ha empleado anteriormente otros modelos robóticos para investigar el interior de los reactores 1 y 2, donde los niveles de agua inyectada son menores que en la unidad 3, aunque en ninguno de los dos casos logró evaluar el estado exacto del combustible fundido por diversos problemas técnicos.
A partir de los resultados de la exploración de los robots, TEPCO y el Gobierno tienen previsto elaborar en los próximos meses un plan para la retirada del combustible nuclear, una tarea que podría iniciarse hacia 2021.
La crisis atómica de Fukushima, desencadenada por el terremoto y posterior tsunami que azotaron hace más de seis años el nordeste del archipiélago japonés, está considerada el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986. (EFE)
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