Daddy Yankee, rey del reguetón, está en un gran momento, por el éxito mundial de «Despacito», del que es coautor, pero aún hoy le recriminan éxitos previos como «Gasolina», que han quedado como ejemplo de una imagen vulgar y cosificada de la mujer. Pero él asegura: «No soy nada machista».
«Al contrario, tengo un matrimonio sumamente saludable y, si lo fuera, no habría durado más de un año; la mujer y el hombre son equitativos y tiene que existir un balance de equipo para que funcione», defiende el puertorriqueño en una entrevista con Efe.
La polémica es una constante en el género que él ayudó a cimentar, de forma muy humilde al principio, vendiendo sus grabaciones en la calle, hasta que el fenómeno se desató con su disco «Barrio fino» (2004), responsable de la eclosión global de un estilo derivado del reggae y el rap a través del filtro caribeño.
Fue también el álbum en el que cantaba aquello de: «A ella le gusta la gasolina (dame más gasolina)».
«Es un tema al que mucha gente le dio su propio significado, pero cuando digo que ‘le gusta la gasolina’, trata de que le gusta pasarlo bien, de que es una muchacha rebelde que vive por sus propias reglas», justifica Ramón Luis Ayala (San Juan, 1977).
«Es un tema al que mucha gente le dio su propio significado, pero cuando digo que ‘le gusta la gasolina’, trata de que le gusta pasarlo bien, de que es una muchacha rebelde…
Pese a la aceptación comercial del género, que salió del estrato social en el que nació confinado para salpicar a grandes estrellas de la música pop como Shakira, Ricky Martin, Enrique Iglesias o Luis Fonsi -coautor de «Despacito»-, reconoce que aún perviven reticencias hacia él.
«Todavía hay muchos estereotipos y gente que, al oír hablar de reguetón, sin saber de qué se habla, ya lo etiquetan. Quien lo ha estudiado sabe que no se detiene ahí, que hay todo tipo de temas, como la onda del baile del Caribe, que es lo que me caracteriza a mí, además de los temas sociales», cuenta.
Ante el debate sobre la responsabilidad social de la música, Daddy Yankee lo tiene claro: «Si buscas educadores en la música, vas a fallar. Educadores hay en la universidad y en las escuelas. Cuando se trata de música, este es un libro sin reglas».
Actualmente figura como el número 1 en EE.UU. gracias a «Despacito» y también como el primero en llevar una canción en español a la primera posición del ránking internacional de Spotify, donde figura además como el artista latino más escuchado y el número 55 de todo el mundo.
«Son logros que a través de los años se van logrando y me llena de una satisfacción personal», declara Ayala, al que se estiman unas ventas mundiales de 11 millones de copias.
Cuenta que «Despacito» llevaba dos años rondándole en la cabeza a Luis Fonsi, pero no conseguía terminarla. «Me enseñó el tema y le dije: ‘Lo que le falta es la energía’. Ahí surgió el ‘pasito a pasito’. Me dio libertad para reestructurar el tema y obtuvimos una gran canción», recuerda.
A la ecuación se sumaría posteriormente Justin Bieber, con el que Daddy Yankee nunca se ha visto.
«Es un artista que respeto mucho; me gusta la versión nueva y entiendo que se olvide de la letra en español, porque a mí me costaría cantar todo un verso en inglés», señala sobre los sonoros despistes protagonizados por el canadiense en directo.
Yankee arranca este domingo en Madrid el primero de los seis conciertos que ofrecerá en España, entre los que intercalará una cita en Tel Aviv. Y después cerrará su gira europea en Bree (Bélgica) y Londres antes de regresar a América, donde tiene fechas cerradas en Monterrey (México), Guayaquil (Ecuador), Toronto y Montreal (Canadá), y Virginia, Nueva York, Chicago y Connecticut, en Estados Unidos. EFE
Be the first to comment