Las acciones del fabricante de airbags Takata suspendieron hoy su cotización en la Bolsa de Tokio después de que un periódico local informase de que la compañía tiene previsto declararse en bancarrota tan pronto como este mes.
Se cree que los pasivos de la empresa, afectada por los problemas derivados de sus airbags defectuosos, exceden el billón de yenes (unos 8.000 millones de euros/ 9.000 millones de dólares).
Este motivo le habría llevado a acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, cuya solicitud se espera que sea aprobada este mismo mes, según informó hoy el diario japonés Nikkei.
La empresa estadounidense Key Safety Systems, filial de la china Ningbo Joyson Electronic, patrocinará el proceso mediante la creación de una nueva empresa que comprará las operaciones de Takata por unos 180.000 millones de yenes (1.453 millones de euros /1.620 millones de dólares) y seguirá suministrando airbags, cinturones de seguridad y otros productos fabricados hasta ahora por la compañía japonesa.
Takata seguirá siendo, no obstante, responsable de los pasivos relacionados con los costes multimillonarios de las reparaciones de vehículos con sus dispositivos defectuosos, dijo Nikkei.
Se espera que mientras tanto los bancos acreedores de Takata sigan proporcionando asistencia financiera a la compañía para asegurar el pago a sus proveedores y la entrega de productos a sus clientes.
El defecto de los airbargs de Takata, detectado en 2014, se localiza en los infladores, concretamente en el encapsulado metálico donde se aloja la bolsa de aire, que puede abrirse con demasiada fuerza y proyectar fragmentos a los ocupantes.
El fallo, que está ahogando las cuentas de la compañía por los gastos multimillonarios de la sustitución de los dispositivos y las sanciones, se ha ligado al menos a una quincena de muertes y afecta a vehículos de más de 10 fabricantes. (EFE)
Be the first to comment