La alcaldesa de Yokohama, Fumiko Hayashi, pidió perdón a un niño de 13 años debido a que su municipio no actuó con rapidez para protegerlo cuando fue víctima de ijime en una escuela de primaria de la ciudad a la que fue trasladado tras ser evacuado de Fukushima por el accidente nuclear de 2011.
El chico ahora es un estudiante de secundaria.
En declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, la alcaldesa dijo que se comprometió con el menor y su madre a enfrentar con mayor seriedad el bullying.
«A menos que el ijime sea reconocido (por las autoridades), nos sentiremos como si nadie fuera a luchar junto con nosotros. No quiero que nadie sufra el camino que yo sufrí», dijo el menor a la alcaldesa.
Por su parte, la madre del niño expresó su esperanza de que el caso mejore la manera en que la ciudad aborda el bullying en las escuelas.
En 2011 el chico fue trasladado a una escuela de Yokohama, donde lo llamaban “germen” y fue forzado a darles dinero a sus compañeros de clases que abusaban de él o a gastar en ellos por un monto de más de 1,5 millones de yenes (alrededor de 13.600 dólares).
El caso del menor se hizo público en noviembre, dando pie a que se reportaran casos similares en otras partes de Japón. Esto motivo al gobierno de Japón a pedir a las escuelas que cuentan con estudiantes evacuados de Fukushima que investigaran si habían sido víctimas de ijime.
Un estudio del gobierno japonés publicado en abril, el primero de su tipo sobre maltratos a los niños evacuados de Fukushima, halló 129 casos en el año escolar que culminó en marzo y más de 70 en años anteriores.
A algunos de los niños vejados sus compañeros les decían que volvieran a Fukushima o que se mantuvieran alejados para que no “contaminaran” a otros con la radiación. (International Press)
Be the first to comment