Por David Villafranca
«Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band», la cima discográfica de la de por sí estratosférica carrera de The Beatles, con medio siglo a cuestas, ha demostrado que sigue tan vigente como cuando salió el 1 de junio de 1967.
Con este aniversario como excusa, la discográfica Universal ha lanzado una nueva y lujosa edición de este álbum imprescindible dentro del legado de los cuatro de Liverpool, cuyo sencillo superó este viernes las 200.000 reproducciones en tan solo unas horas en la plataforma Spotify.
«Es una locura pensar que 50 años después estamos echando la mirada atrás a este proyecto con tanto cariño y un poco asombrados de cómo cuatro tipos, un productor genial y su equipo de ingenieros pudieran hacer una pieza de arte duradera tan impresionante», escribió Paul McCartney para esta edición especial, que salió a la venta en vísperas de que el 1 de junio se celebre el aniversario.
Hay packs para todos los gustos, desde el más sencillo formado por un CD con una nueva mezcla en estéreo del álbum; a una suculenta y detallada edición de seis discos con audio 5.1, tomas iniciales de grabación, cortes inéditos, pósteres y un libro de acompañamiento como para hacer babear a los seguidores más fieles de The Beatles.
La colección de lujo, que en EE.UU. cuesta 118 dólares, lleva un mes en el número uno de ventas de Amazon debido a los pedidos anticipados, y hoy sigue superando a los discos normales.
Y la versión descargable está ya en el número seis en la tienda virtual de Apple, iTunes.
Un equipo liderado por Giles Martin, hijo del carismático productor George Martin que era la mano derecha de The Beatles, acometió este proyecto presentado a comienzos de mayo en un acto en la histórica sede de Capitol Records en Los Ángeles.
Martin impartió entonces una didáctica lección sobre los logros que han conseguido con su nueva mezcla en estéreo de «Sgt. Pepper’s» respetando, según sus palabras, la base del sonido original en mono.
«Creo que fue John Lennon quien dijo que si no has escuchado la versión mono no has escuchado ‘Sgt. Pepper’s'», recordó Giles Martin, que ya dejó su huella junto a su padre en el disco de remezclas de The Beatles «Love» (2006).
El principal objetivo de Martin con los contenidos extra fue, aseguró, mostrar «lo buena que era la banda» más allá del «misticismo».
Los trece temas que vieron la luz el 1 de junio de 1967 no solo componían el trabajo más intrépido de The Beatles, sino que en cada una de sus aventuras en «Sgt. Pepper’s» John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr demostraron que, como maquinaria musical a pleno rendimiento, no tenían rival.
El grupo pasaba entonces por una fase crucial tras haber editado el rompedor álbum «Revolver» (agosto de 1966) y haber decidido dejar de actuar en directo para encerrarse en el estudio.
The Beatles seguían publicando sencillos (como el fantástico «Penny Lane» / «Strawberry Fields Forever»), pero lo que querían era triunfar en la larga duración, especialmente después del iluminador «Pet Sounds» (mayo de 1966) de The Beach Boys, que desde California abrían fascinantes caminos para recorrer en el mundo del pop.
The Beatles se superaron a sí mismos y todo en «Sgt. Pepper’s» se convirtió en legendario, desde la banda ficticia del título, que era un juego de palabras entre las palabras «sal» y «pimienta» en inglés; a la apretujada e icónica portada firmada por Peter Blake y Jann Haworth en la que aparecían, entre otros, Bob Dylan, Marilyn Monroe, Marlon Brando o Karl Marx.
«Sgt. Pepper’s» comenzaba con el grito roquero del tema homónimo, como si fuera el inicio triunfal de un concierto estelar, y daba paso después a la dulce «With a Little Help from My Friends» con la voz de Ringo Starr.
Las emociones fuertes llegaban con «Lucy In The Sky With Diamonds», gema de la psicodelia y cuyas melodías borrosas y soñadoras anunciaban entre suspiros oníricos que el Verano del Amor amanecía ya a la vuelta de la esquina.
El álbum disparaba en todas las direcciones posibles. «When I’m Sixty Four» mostraba a un Paul McCartney travieso e irónico, en tanto que «Being for the Benefit of Mr. Kite!» se dejaba llevar por el impulso de una fanfarria multicolor.
Aunque The Beatles reservaron lo mejor para el broche con «A Day In The Life», una obra sin igual que en cinco minutos de «collage» condensaba la maestría pop y experimental de una banda que volaba en esos momentos sobre una ambición sin ataduras.
Así, según escribió McCartney para la nueva edición del álbum, durante la grabación The Beatles se sintieron no solo libres, sino liberados. EFE
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