Entre febrero y marzo, un ciudado chino, haciéndose pasar por monje, vendió rosarios y otros objetos a turistas extranjeros en Tokio. De este modo, logró ganar unos 20.000 yenes (182 dólares),
El hombre, identificado como Chen Xianlou (54), “trabajaba” en sitios como el Parque Ueno, la estación de Akihabara y Harajuku. A los turistas les decía que con el dinero iba a construir un templo.
Xianlou tenía una visa de corta duración, lo que le impedía realizar actividades para ganar dinero, detalló Tokyo Reporter. El chino ha sido imputado por violar la ley de inmigración.
El hombre dijo que con la plata ilegalmente obtenida compraba comida.
Xianlou no es el único que recurrió a esta modalidad delictiva. De acuerdo con la policía, habría al menos otros cuatro o cinco chinos que han empleado este método. ¿Se trataría de actos individuales o de una banda organizada? Eso es lo que la policía de Tokio está investigando. (International Press)
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