Las acciones de Toshiba han perdido más de la mitad de su valor desde que el conglomerado tecnológico nipón anunciase a finales del pasado diciembre un deterioro multimillonario de activos de su rama nuclear por lo que prevé grandes pérdidas.
Los títulos de la tecnológica nipona cayeron un 9,23 % al cierre de la sesión de hoy y quedaron en 184 yenes (1,50 euros), aunque llegaron a desplomarse más de un 12 %.
Desde que el pasado 27 de diciembre, cuando se anunció el bache financiero que ha llegado a causar esta semana la dimisión de su presidente Shigenori Shiga, las acciones de Toshiba han perdido un 53 % de su valor.
La compañía sufrió hoy un importante desplome después de que Standard & Poor’s amenazase con rebajar su calificación y por el riesgo de que sus títulos pasen a cotizar en la segunda sección del parqué tokiota.
La calificación de crédito de Toshiba de la estadounidense S&P es de CCC+ (riesgos sustanciales) a largo plazo y C (pocas esperanzas de pago) a corto plazo, tras las rebajas de diciembre y enero.
La fragilidad financiera de Toshiba -que de llegar a registrar pasivos superiores a sus activos podría ser relegada a la segunda sección de la Bolsa tokiota, donde operan compañías más pequeñas o con menos volumen de negocio- está principalmente motivada por la devaluación de su rama de energía nuclear en Estados Unidos.
Esta devaluación, cuya cantidad todavía no ha sido revelada, llevó a Toshiba a retrasar el 14 de febrero su presentación de resultados del período abril-diciembre, para el que estima déficit.
En base a esta estimación, la compañía prevé además unas pérdidas netas de 390.000 millones de yenes (3.224 millones de euros) para todo el ejercicio fiscal de 2016, que en Japón finaliza en marzo.
El gigante tecnológico japonés, que apenas estaba levantando cabeza tras destaparse un escándalo de manipulación contable orquestado por su antigua directiva, informó el pasado diciembre que podría sufrir un deterioro de activos de «varios miles de millones de dólares» relacionado con la compra de CB&I Stone & Webster.
Toshiba mantiene un contencioso con Chicago Bridge & Iron, de quien adquirió esta empresa en diciembre de 2015, a cuenta de sus tasaciones de los activos y negocios de la compañía.
Para compensar parte de las pérdidas la compañía decidió escindir su negocio de memorias flash, una operación prevista inicialmente para el 31 de marzo que Toshiba ha decidido retrasar. (EFE)
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