Una frivolidad que le costó la vida a un estudiante de 14 años en la ciudad de Ichinomiya, prefectura de Aichi.
La trágica e indignante historia, reseñada por Mainichi Shimbun, comenzó en septiembre del año pasado durante un festival deportivo escolar, cuando el chico, que participaba en una actividad gimnástica, de pie sobre los hombros de otro estudiante, cayó repentinamente al suelo. Tras la caída se rompió al menos un dedo.
La madre del chico lo llevó a un hospital y después llamó a su profesor para hablar sobre lo ocurrido. Este, sin embargo, corto rápidamente la llamada, diciéndole que estaba ocupado y que abordarían el tema al día siguiente.
¿En qué estaba tan ocupado el maestro? El hombre de 47 años no quería atender a la madre para poder asistir a una fiesta de profesores que se llevó a cabo después del festival.
El menor se quejó con sus padres de que el profesor no se preocupó por él cuando resultó herido y dijo: “Él a veces me toca”.
El 6 de febrero, el estudiante se suicidó saltando desde un edificio en Osaka.
El director de la escuela, Takashi Ueda, dijo que el negligente profesor debió haber informado del accidente a su superior y atendido a la madre al instante.
Los padres pidieron -tres veces- a la escuela que a su hijo le cambiaran de profesor.
«Si hubiéramos cambiado al maestro, esto no habría sucedido», admitió el director.
El profesor está suspendido desde el 9 de febrero pasado y no podrá retornar al trabajo hasta que culmine el presente año académico. (International Press)
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