El fabricante de airbags Takata estima una pérdida extraordinaria de 107.500 millones de yenes (896,5 millones de euros) entre octubre y diciembre de 2016 por los costes del reemplazo de sus dispositivos defectuosos y el pago de una multa impuesta por EE.UU.
La compañía, que atraviesa una delicada situación financiera, anunció hoy en un comunicado que espera registrar una pérdida ordinaria por valor de 96.930 millones de yenes (808 millones de euros) en el tercer trimestre del año fiscal japonés -que finaliza el 31 de marzo de 2017- tras acordar con Estados Unidos el pago de una multa.
Takata acordó en enero con la justicia de EE.UU. el pago de 1.000 millones de dólares (936 millones de euros) para compensar los fallos de sus productos.
El fabricante japonés indicó, además, que prevé otra pérdida extraordinaria por valor de 10.630 millones de yenes (88,5 millones de euros) en relación a la llamada a revisión de los vehículos afectados y el reemplazo de las piezas defectuosas.
El fallo de los airbags de Takata, detectado en 2014, se localiza en los infladores, concretamente en el encapsulado metálico en el que se aloja la bolsa de aire, que puede abrirse con demasiada fuerza y proyectar fragmentos a los ocupantes.
El defecto se ha cobrado al menos 15 muertes en todo el mundo, once de ellas en Estados Unidos, lo que ha llevado a las autoridades del país norteamericano ha endurecer su postura hacia la nipona, ya que considera que falsificó sistemáticamente datos claves de pruebas de seguridad de sus productos.
La compañía tiene que hacer frente a gastos multimillonarios por el defecto, entre la sustitución de los dispositivos, las sanciones y la posibilidad de que los fabricantes de vehículos afectados por las mismas decidan no condonar parte de los costes derivados.
La avería afecta a más de 10 fabricantes de vehículos que instalaron los dispositivos en sus modelos, entre ellos están Nissan Motor, Mazda, Fuji Heavy o Honda, la más afectada, que han vetado el uso de los airbag de Takata en sus coches a raíz del problema. EFE
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