La orden de Donald Trump de destinar fondos a la construcción de un muro en la frontera con México provocó un rechazo unánime de la clase política del país latinoamericano, que exigió al presidente Enrique Peña Nieto cancelar su próxima reunión con el mandatario estadounidense.
Trump ordenó este miércoles iniciar la construcción del muro con México y recrudeció la política hacia los inmigrantes indocumentados, con la promesa de construir más centros de detención y negar fondos federales a las ciudades que traten de protegerlos.
Mientras ello ocurría, los secretarios mexicanos de Exteriores, Luis Videgaray, y Economía, Ildefonso Guajardo, sostenían una reunión que se prolongó durante 10 horas con funcionarios del Gobierno de Trump en la Casa Blanca.
Por ahora no hay información oficial sobre el contenido de la reunión, aunque la Cancillería de México había señalado el 19 de enero, al anunciar el viaje de los ministros, que el objetivo sería comentar el estado actual y el futuro de la relación bilateral «en todos sus aspectos», destacando seguridad, migración y comercio.
Asimismo, está previsto que el próximo 31 de enero el mandatario estadounidense reciba en la Casa Blanca a Peña Nieto, quien este lunes anunció que buscará una «negociación integral» con Estados Unidos.
En un mensaje transmitido la noche de este miércoles por televisión, el mandatario deploró las medidas ordenadas por el mandatario estadounidense.
«Lamento y repruebo la decisión de Estados Unidos de continuar la construcción de un muro que desde hace años, lejos de unirnos, nos divide. México no cree en los muros. Lo he dicho una y otra vez, México no pagará ningún muro», aseveró.
Asimismo, dijo haber ordenado a la Secretaría de Relaciones Exteriores reforzar las medidas de protección a los mexicanos que se encuentren en Estados Unidos. «Los 50 consulados en Estados Unidos se convertirán en auténticas defensorías de los derechos de migrantes», dijo.
La orden sobre el muro también cayó como un balde de agua fría sobre cualesquiera expectativas que la clase política mexicana tuviera respecto a un diálogo respetuoso por parte de Trump.
El senador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) Armando Ríos Piter solicitó que el Ejecutivo cancele «de inmediato» la visita a la Casa Blanca.
Para el legislador, «acciones hostiles» de Washington como la construcción del muro significan que «los Estados Unidos no requieren ningún tipo de colaboración por parte nuestra».
Argumentó que tampoco existen «condiciones para abrir una renegociación del Tratado de Libre Comercio (de América del Norte, TLCAN)», como pretende el presidente estadounidense, quien considera que este daña los intereses de su país.
A su vez, el senador Miguel Barbosa, coordinador de bancada del PRD, opinó que EE.UU. «echó por tierra la bandera de la tolerancia, la libertad y la democracia que esta nación decía defender».
La construcción del muro, la cancelación de fondos federales a las ciudades santuario que protegen a los indocumentados y el endurecimiento de la frontera son «actos de agresión contra México, contra Latinoamérica, contra el mundo, contra la libertad», dijo.
«Peña Nieto no tiene por qué correr el riesgo de que Trump pretenda imponer sus condiciones; no debemos caer en ese juego», afirmó Barbosa.
Por su parte, el diputado Javier Bolaños Aguilar, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), declaró que la construcción del muro representa una «afrenta» que los mexicanos no pueden permitir.
Aseveró que los buenos vecinos «se tratan bien, sin barreras o prejuicios, pero sobre todo sin muros de por medio, sin estorbos que solo dañan una relación de años», y reiteró que los diputados no autorizarán «ni un centavo» para cubrir los costos de construcción del muro, como pretende Trump.
A su vez, el presidente del PAN, Ricardo Anaya, consideró «un insulto» el anuncio de la construcción del muro «justo antes de la visita» de Peña Nieto a Estados Unidos, y que «no hay condiciones» para que esta se dé.
«O se cancela la reunión con Donald Trump o se asiste a decir públicamente, de frente, y con absoluta firmeza que México rechaza el muro y no pagaremos ni un centavo por él», sentenció.
El líder del también izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, sugirió a Peña Nieto que presente una demanda ante la ONU contra el Gobierno de EE.UU. por «violación de derechos humanos» y «discriminación racial».
Es una sugerencia «respetuosa» ante «la majadería y el agravio que significó» la firma de la orden de Trump para destinar fondos a la construcción del muro y «perseguir a migrantes en ese país», aseveró.
El jefe del Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, calificó la orden de Trump como «una mala señal para la negociación» que se pretende entablar.
Sin embargo, en su mensaje Peña Nieto no se refirió a las demandas de que cancele su visita a la capital estadounidense para reunirse con Trump, ni habló de algún cambio de planes sobre ese encuentro. (EFE)
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