El Tribunal Supremo de Japón falló a favor del gobierno central en su disputa con el de Okinawa por la reubicación de una base de EE. UU. dentro de la prefectura.
El fallo del máximo tribunal nipón es una “bofetada en la cara” para el gobierno de Okinawa, según la agencia Kyodo; la decisión se suma a la reanudación de los vuelos de los Osprey menos de una semana después de que un avión se estrellara en el mar, pese a la oposición de las autoridades okinawenses.
En 2013, el entonces gobernador de Okinawa autorizó la realización de obras en la zona costera de Henoko, donde está previsto que funcione la base de Futenma, actualmente sita en una zona residencial en la ciudad de Ginowan.
En 2015, el actual gobernador, Takeshi Onaga, revocó la aprobación de su antecesor. Su decisión motivó una disputa legal a la que la justicia nipona acaba de poner fin.
Sin embargo, eso no significa que la batalla esté perdida para Onaga, pues podría recurrir a otros medio para obstruir las obras. Por ejemplo, podría no renover el permiso para obras que impliquen daños a rocas y piedras en el mar y que expira en marzo.
Los gobiernos de Japón y EEUU acordaron reubicar la base de Futenma dentro de la prefectura en 1996. Tokio sostiene que el traslado de la base a Henoko es la única solución para eliminar los riesgos y molestias que representa Futenma para los habitantes de la zona donde se ubica y, a la vez, mantener el poder de disuasión de la alianza de seguridad Japón-EEUU. (International Press)
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