Cuando el vicegobernador de Okinawa, Mitsuo Ageta, acudió a reunirse con Lawrence Nicholson, comandante general de las fuerzas de EEUU en la prefectura, para presentar una queja formal por el accidente del Osprey el martes, quizá creyó que el militar se disculparía.
Lo que halló, sin embargo, fue todo lo contrario. Tras el encuentro, Ageta contó que Nicholson le dijo que Japón debería agradecer que el accidente no haya causado ningún daño a los okinawenses o a sus casas.
En declaraciones recogidas por Mainichi Shimbun, la autoridad dijo que la «mentalidad colonialista de Nicholson estuvo en plena exhibición». «Fue increíble», añadió.
Nicholson, según Ageta, mostró su desagrado por las quejas contra las fuerzas militares de Estados Unidos. Algo así como: en vez de quejarte agradece que el avión no dañó a la gente de Okinawa o a sus casas.
El militar estadounidense se enojó cuando Ageta la entregó una carta de protesta y lo acusó de convertir el accidente en un asunto político.
Más tarde Nicholson ofreció una conferencia para disculparse con los habitantes de Okinawa. (International Press)
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