Hace 15 años, en 2001, la ciudad de Katsushima, Tokio, fue escenario de un crimen que conmovió al país. Dos personas ingresaron a una vivienda con un arma de fuego causando la muerte del esposo (33) e hiriendo de gravedad a su mujer (32), ambos de nacionalidad japonesa.
Luego de las investigaciones, la policía japonesa identificó a los asesinos como nikkeis brasileños a quienes no pudo dar caza porque éstos habían logrado escapar a su país tras cometer el crimen.
Sin un acuerdo de extradición entre ambos países, la justicia japonesa pidió a Brasil la detención de los sospechosos y que los llevara ante la justicia para castigarlos de manera ejemplar.
El pasado 7 de diciembre, un tribunal de Sao Paulo declaró culpables a los acusados sentenciando a 23 años y siete meses de cárcel a Marcelo Fukuda (36) y 22 años y un mes de prisión a Cristiano Ito (40).
Los brasileros dijeron que una tercera persona les pagó 500 mil yenes para acabar con la vida de Yoshitaka Kawakami. La prensa japonesa dijo en 2001 que un familiar cercano fue el cerebro del crimen.
El abogado defensor dijo que no apelará la sentencia, pero los fiscales anunciaron que solicitarán la revisión del caso para pedir una pena mayor. (International Press)
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