El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo hoy que quiere restablecer los embajadores entre su país y Estados Unidos pero no ve signos de que vaya a haber una reorientación de las relaciones bilaterales que lo permita.
«Nuestra intención es poner (embajadores) con Estados Unidos en especial, pero tampoco vemos ciertas señales de Estados Unidos, de cómo podemos reponer y trabajar conjuntamente», advirtió el presidente en una conferencia de prensa.
El Gobierno expulsó al embajador de Estados Unidos, Philip Goldberg, en el año 2008, acusado de tratar de desestabilizar el país y de conspirar, una denuncia siempre rechazada por Washington.
El Gobierno norteamericano replicó con la expulsión del embajador boliviano Gustavo Guzmán.
Desde que Morales llegó al poder en 2006, Morales y Estados Unidos tuvieron varias tensiones diplomáticas por las acusaciones de intervencionismo que ha hecho Bolivia reiteradamente y por la decisión del mandatario de expulsar a la agencia antidroga DEA y a la agencia de cooperación norteamericana USAID.
Además, Morales acusó hoy a Estados Unidos de dividir la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) apoyando a la Alianza del Pacífico, un proceso de integración comercial que agrupa a Chile, México, Colombia y Perú.
El mandatario sostuvo que Estados Unidos ha promovido la Alianza como consecuencia del fracaso de su Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y por la creación de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) sin esa potencia.
También dijo que los presidentes de los países suramericanos deben elegir «si están con el pueblo o están con el imperio».
«Esa es nuestra diferencia ideológica, aunque respetamos porque (los presidentes) son electos democráticamente», dijo.
Destacó que Bolivia está fortaleciendo las relaciones con Brasil y Argentina, que han pasado de tener Gobiernos aliados a otros ideológicamente diferentes. EFE
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