Un niño que fue evacuado de Fukushima tras el accidente nuclear de 2011 y sufrió ijime en la escuela de Yokohama adonde se trasladó pensó muchas veces en suicidarse.
A través de un abogado que ofreció una conferencia de prensa, el chico de 13 años hizo público que siempre fue doloroso ser tratado como un “germen”, tal como era llamado por sus compañeros de escuela.
Él creía que la palabra “germen” significaba radiación, y que por eso la gente de Fukushima era maltratada.
El chico, que sufrió ijime durante varios años y fue agredido físicamente y obligado a dar dinero a los abusadores, hoy estudia en primer año de secundaria, detalló la NHK.
El estudiante pensó en el suicidio, pero decidió seguir viviendo, aunque fuese doloroso, debido a que muchas personas murieron en el terremoto y el tsunami de 2011. Por ellos, que no sobrevivieron a la catástrofe, él tenía que seguir viviendo.
Los padres del niño criticaron por su deficiente manejo del caso a la escuela y la junta de educación de Yokohama, que decidió investigar el ijime después de que la familia lo pidió en diciembre de 2015.
La semana pasada las autoridades educativas de Yokohama reconocieron que el niño fue víctima de bullying.
La alcaldesa de Yokohama, Fumiko Hayashi, calificó el ijime de extremadamente lamentable y dijo que era una vergüenza que el chico fuera maltratado por el accidente nuclear de Fukushima. (International Press)
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