Japón ratificó el martes el Acuerdo de París sobre cambio climático cuatro días después de la entrada en vigor del tratado, en cuyas directrices de aplicación el país asiático busca «jugar un papel central», dijo el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
Japón está «determinado» a mediar en las negociaciones de la reglamentación, «de manera que se mejore la transparencia de la reducción de emisiones por parte de los países y lograr así los objetivos del Acuerdo de París», destacó Abe en un comunicado.
No obstante, el retraso de la ratificación de Japón limitará su capacidad de influir en las negociaciones durante la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP22), que comenzó el lunes en Marrakech (Marruecos) con el objetivo de acordar el marco de aplicación del Acuerdo de París.
El país asiático «no escatimará en esfuerzos para abordar la cuestión del calentamiento global» y hará de las contramedidas «una tarea de alta prioridad», señaló Abe, quien puso como ejemplo del compromiso del país la decisión de su Administración de reducir en un 26 por ciento las emisiones contaminantes para 2030.
El jefe del Ejecutivo nipón añadió que el país apostará por el desarrollo de tecnologías innovadoras que permitan la reducción de emisiones sin sacrificar el crecimiento económico, y que usará su experiencia para asistir en esta materia a países en desarrollo.
El Gabinete japonés espera aportar a este respecto unos 1,3 billones de yenes (11.250 millones de euros/ 12.450 millones de dólares) para 2020, según detalló el texto.
«El cambio climático es un tema de la agenda global a largo plazo que ha de ser abordado por toda la comunidad internacional. El mundo ha establecido un nuevo comienzo para resolver este desafío, y es crucial que todos los países reduzcan continuamente sus emisiones de gases de efecto invernadero basándose en el Acuerdo de París», instó Abe.
El Acuerdo de París, el primer tratado universal de lucha contra el cambio climático destinado a sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, tiene como objetivo mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales.
Las cerca de 200 naciones que firmaron el convenio en diciembre de 2015 se comprometieron también a intentar que la temperatura no rebase los 1,5 grados.
El acuerdo, que entró en vigor el pasado 4 de noviembre, todavía debe ser ratificado a nivel nacional por más de 90 países. (EFE)
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