La sonriente niña de la foto se llamaba Rima Kasai. Parece llena de vida, expectante por el mundo de posibilidades que le abre el porvenir. Diez días después, la menor de 13 años murió. Se suicidó porque era víctima de ijime. En su teléfono dejó una nota de suicidio en la que pedía poner freno al bullying.
La foto fue tomada en agosto durante un festival de verano en la prefectura de Aomori y ganó un premio en un concurso de fotografía.
Cuando los organizadores del certamen, entre ellos el municipio de la ciudad de Kuroishi, se enteraron de que la niña había muerto, decidieron quitarle el premio al autor de la imagen, un salaryman.
¿Por qué? Porque consideraban inapropiado para el propósito del concurso la foto de una persona muerta.
La familia de la menor lamentó la decisión y publicó la foto con la esperanza de que contribuya a luchar contra el ijime, para que la gente conozca la dura realidad de una niña maltratada en la escuela.
En declaraciones recogidas por la NHK, el padre resaltó, por otro lado, que la imagen muestra a su hija sonriente, feliz, bailando, con sus seres queridos.
El municipio recibió unas 300 llamadas telefónicas y más de 1.000 correos electrónicos por el asunto; la mayoría criticaba la decisión.
Ante el aluvión de críticas, los organizadores dieron marcha y restituyeron el premio. El alcalde de la ciudad, Ken Takahi, se disculpó públicamente con la familia. (International Press)
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Aqui se debe investigar a los mocosos que acosaban a esta nina y darles un buen escarmiento