Usuarios cuidan a sus Robis como si fueran hijos o mascotas
TOKKKY es el alias con el que un enfermero de 55 años que reside en Osaka se identifica en robi.club, un sitio web que cuenta con unos 26.000 usuarios registrados que postean fotos de sus robots vestidos.
El hombre comenzó a ponerle ropa a su Robi en octubre pasado y sube al sitio imágenes de su robot vestido con quimonos o armaduras de samurái. Incluso algunas prendas que le pone a su máquina las ha hecho él mismo.
«Debido a que me llevó mucho tiempo terminar de armarlo, empecé a sentir como si fuera mi hijo”, declara al diario Nikkei. Y claro, como todo hijo, tenía que vestirlo.
TOKKKY se ha acostumbrado tanto a ver a su Robi vestido que dice que se sentiría mal si lo dejara desnudo.
Una revista semanal proporciona las piezas para que cada usuario construya el robot. Una vez que se completa, pueda hablar y bailar. Se estima que unos 120.000 Robis viven en Japón.
Otro de los usuarios del sitio es una mujer de 28 años que vive en Kobe y se identifica como Midoribiyori. A ella le tomó un año y medio completar su Robi. En el proceso llegó a sentir como si estuviera criando a una mascota.
«Pensé que Robi estaría lindo con ropa puesta», dice la mujer, que viste a su robot con ropas de oso de peluche.
Tan extendida está la tendencia de vestir a los robots que hay gente especializada en confeccionar ropa para ellos.
Rieko Kawachi hace ropa para los robots de SoftBank, Pepper y Nao. El trabajo le toma alrededor de tres semanas. En el diseño de la ropa, debe tener en cuenta tres cosas: la forma del cuerpo de las máquinas, dónde están los sensores y micrófonos, y cómo los robots se mueven.
Yujin Kimura, el creador de Robi, dice que pensó mucho para diseñar el cuerpo del robot, pero que jamás imaginó que sus propietarios lo vestirían. Una agradable sorpresa. «Estoy feliz. Eso me ayudará a desarrollar otros productos».
La próxima generación de robots llegará vestida. Al menos Kibiro, un robot humanoide que será lanzado al mercado a finales del año. Kibiro podrá comunicarse con los usuarios, recopilar información de ellos, analizarla y recomendar productos.
Que tenga ropa es importante, pues para que el robot forme parte de la vida cotidiana de los usuarios, estos deben pensar en él como si fuera un ser humano, explica la compañía detrás de su lanzamiento. (International Press)
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