Es una de las chicas más famosas de la TV japonesa y una de las reinas de la publicidad.
La actriz, modelo y cantante Becky, de 31 años, mantuvo una relación de infidelidad con el vocalista del grupo Gesu no Kiwami Otome, Enon Kawanashi, de 27 años, por lo que está a punto de acarrear fuertes pérdidas económicas, un juicio y posiblemente una momentánea salida de la TV.
Becky, que en estos momentos aparece en 10 comerciales, ofreció el pasado 6 de enero una conferencia de prensa para pedir disculpas por los malos entendidos provocados por su “amistad” con el cantante. En esta conferencia no estuvo permitido realizar preguntas.
Según el reportero japonés Takayuki Shiroshita de la revista Shukan Bunshu, la conferencia fue dirigida más a los patrocinadores y empresas de publicidad que a los seguidores de la actriz.
Kawanashi, el cantante de la discordia, está casado y según la prensa local, la esposa de éste amenaza con procesar a la famosa.
De cara a la opinión pública, Becky ha quedado peor al decir que la relación con el hombre era una “amistad” pues al día siguiente de sus declaraciones se publicaron fotografías de ambos en una habitación de hotel y una reproducción de mensajes privados muy comprometedores entre ella y el cantante.
LAS PÉRDIDAS ECONÓMICAS
Becky es la mayor fuente de ingreso de la productora Sun Music. Muy popular y solicitada, ella es imagen en varios comerciales y aparece de forma regular en diez programas de televisión.
En el año 2009 la misma productora Sun Music tuvo que hacerse cargo de todos los gastos que ocasionó el escándalo de arresto por posesión de drogas de su entonces estrella Noriko Sakai. En ese entonces todos los contratos de la popular Norippi fueron cancelados y tuvo que asumir los pagos por daños y perjuicios. Luego de este alboroto es que Becky se unió a Sun Music consiguiendo ser la nueva estrella de la productora.
Según el departamento de publicidad de la productora los pagos por daños serían mayores puesto
que ahora los contratos con los patrocinadores de comerciales son sumamente minuciosos. Uno de los acuerdos es que está terminantemente prohibido involucrarse en casos de infidelidad.
Normalmente cuando hay un incumplimiento de contrato por parte del artista, el pago por daños es el doble de lo que recibió por el trabajo. Becky cobra por un comercial 20 millones de yenes, lo que significa que tenga que pagar 40 millones en compensación al cliente. Si le cancelan los 10 comerciales en los que ahora es imagen se estaría hablando de una cifra de 400 millones de yenes.
Al día siguiente de la conferencia de prensa una empresa le canceló oficialmente un comercial y otras, como un convinince store y una compañía de seguros de vida, están estudiando su decisión. (Nancy Matsuda/International Press)
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