Doña María Aparecida Amarilha Scardin, madre de las dos brasileñas asesinadas y quemadas en departamento en la ciudad de Handa en Aichi, ha recordado que el exesposo peruano de su hija Akemy tenía antecedentes de violencia doméstica mientras prepara su viaje a Japón para reclamar la custodia de sus dos nietas de 3 y 5 años de edad.
No será la primera vez que María Aparecida luche por la tenencia de una hija de Akemy. En 2014 un hecho de violencia que involucra a su exyerno peruano la llevó pedir la custodia de su nieta mayor, producto de una anterior relación de Akemy con un brasileño.
En declaraciones a la cadena brasileña Globo, María Aparecida recordó que el peruano tenía un comportamiento agresivo y que en 2014 llegó a agredir a la hija mayor de Akemy y que por ese motivo el Estado japonés les retiró la custodia.
“Debido a esos malos tratos, gravísimos, mi nieta fue arrancada de mi hija y llevada a un refugio (en Japón). Cuando me enteré yo batallé, fui a la lucha y conseguí traerla para acá. Un hombre que tiene el coraje de hacer lo que hizo con mi nieta tiene coraje de todo”, manifestó María.
La niña, hoy con diez años, fue llevada a Brasil donde vivió un tiempo con la abuela María y luego pasó a custodia de su padre.
El exesposo de Akemy está acusado formalmente por manejar sin licencia. Con su detención segura por este delito la policía japonesa tiene más tiempo para investigar a profundidad la relación del peruano con la muerte de las hermanas Amrilha Maruyama.
MARÍA APARECIDA VIVIÓ EL DRAMA DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA
En marzo de 2014, María Aparecido vivió su propio drama por violencia doméstica cuando su conviviente la atacó con golpes de puño y puntapiés y la amenazó con un cuchillo. La mujer tuvo suerte porque la policía brasileña intervino el vehículo donde ella era agredida por el hombre.
El abril de ese año el caso fue llevado al Tribunal de Justicia de Mato Grosso do Sul y el atacante fue recluido en prisión. El individuo es realmente peligroso y la justicia brasileña ya le ha denegado la apelación para salir libre.
Según el archivo judicial al que accedió International Press, veinte días antes del ataque que produjo su detención, el hombre, en estado de ebriedad, roció gasolina en la cocina y en los muebles de la casa ubicada en la ciudad de Campo Grande.
Ese día, María Aparecida fue cruelmente golpeada, pero logró calmar la situación y evitar que su pareja prendiera fuego a la vivienda. Su historia personal pudo haber acabado como la de sus hijas.
Fue por eso que la mujer hizo una reflexión acerca de la violencia doméstica para la cadena Globo y luego en su cuenta de Facebook: “Que no hayan otras Akemys, que otras Marías no lloren. Me gustaría que mi dolor sirviese como ejemplo. Alerta para que otras mujeres no pasen por esto. No es sólo violencia física, estoy hablando de cualquier violencia”.
“En medio de tanto dolor, quiero hacer llegar un mensaje para otras Akemy: nunca subestimen a un hombre pasional, estén alertas a la primera señal de violencia, sea física o psicológica…que otra María no venga a sentir el dolor que yo estoy sintiendo”, escribió.
En otro post, María Aparecida publicó una fotografía de sus dos hijas y reveló que ya perdió otro hijo en duras circunstancias. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment