Tiene éxito en la Bolsa de Tokio porque «puede invertir de manera racional, sin miedo»
Un fondo de inversión nipón gestionado informáticamente mediante un algoritmo está logrando desde verano retornos en la Bolsa de Tokio por encima de la media del mercado y captando la atención de analistas en busca de claves para capear la coyuntura actual.
Según datos publicados por el diario económico Nikkei, el fondo, T&D Japan Stock Robot Investment Fund, ha generado desde agosto mejores rendimientos que los 500 inversores institucionales japoneses dependientes de gestores «humanos».
El apodado como «robo-inversor» ha obtenido excelentes resultados teniendo en cuenta la tesitura actual de la Bolsa de Tokio, una plaza que según los analistas se encuentra especialmente «encajonada» desde el desplome de las bolsas chinas del pasado verano.
Desde las espantadas de agosto, el selectivo Nikkei se mantiene estancado en torno a los 18.000 puntos y a corto plazo se atisban escasos incentivos para la inversión, por lo menos hasta que la Reserva Federal estadounidense o el Banco de Japón decidan mover ficha en materia de política monetaria.
La ralentización china ha generado entre los inversores cierta cautela con respecto a las próximas hojas de resultados de las empresas niponas, muchas vinculadas al ritmo de las exportaciones, afectadas por la caída de la demanda en el país vecino.
Pero el robot-inversor, operado por cuatro computadoras que analizan y cruzan de manera continua datos sobre los movimientos de la plaza nipona a lo largo de la última década y de las hojas de resultados corporativas, ha obviado ese ánimo precavido porque «puede invertir de manera racional, sin miedo», explicó a Nikkei Yoshinor Iijima, analista de Trade Science.
No es la primera vez que uno de estos fondos robot sale triunfante en la Bolsa de Tokio en un ambiente pesimista o de incertidumbre.
Por ejemplo, Kabu Robo-Fund logró retornos de casi un 2 por ciento en el mes de marzo de 2011, cuando un terremoto y tsunami arrasaron el nordeste de Japón e hicieron caer más de un 9 por ciento al Nikkei.
Los analistas alaban que estos fondos robot carezcan de reacciones humanas en situaciones de pánico, donde lo habitual es dejarse llevar por la masa, pero al mismo tiempo destacan también que suelen mostrar rendimientos por debajo de la media cuando sucede lo opuesto y los mercados viven momentos de euforia. (EFE)