Tokio sospecha que algunas pueden albergar instalaciones militares
El Gobierno nipón publicó hoy imágenes de varias plataformas marinas construidas por China para la explotación de yacimientos de gas cerca de la zona que delimita las aguas territoriales de ambos países, un proyecto del que recela Tokio.
Las fotos, obtenidas por el Ministerio de Defensa nipón y puestas hoy a disposición del público por parte de la Cancillería japonesa, muestran 12 de las 16 estructuras que China ha levantado desde 2013 (cinco de ellas en el último año, según el Gobierno japonés) en esta zona del Mar de China Oriental.
Algunas de las plataformas están pegadas a lo que Tokio considera la «línea geográfica equidistante» entre ambos países.
Según las coordenadas facilitadas por el Gobierno japonés, China habría desplegado estas plataformas en una franja de unos 150 kilómetros de largo, situada a unos 300 kilómetros al este de la ciudad de Taizhou (costa oriental china) y a unos 400 de la isla de Amami (suroeste de Japón).
El Gobierno japonés ya ha pedido a China que detenga la construcción de estas superficies porque sospecha que algunas pueden albergar instalaciones militares para vigilar las actividades de las tropas japonesas en torno a las islas Senkaku (Diaoyu en chino), administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín.
Además, y pese a que los dos Gobiernos no han fijado de mutuo acuerdo un linde que divida con exactitud sus respectivas zonas económicas exclusivas en el Mar de China Oriental, Japón considera que se trata de un desarrollo para explotar recursos de manera «unilateral» por parte de Pekín.
Tokio asegura que esto va en contra de un acuerdo firmado en 2008 para la explotación conjunta de yacimientos y ha instado al Gobierno chino a negociar un tratado que responda a lo firmado hace siete años.
Por su parte, el ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, ha explicado que Tokio ha decidido publicar los datos de estas plataformas después de que Pekín no haya mostrado ninguna intención de suspender estas actividades pese a las protestas niponas.
También consideró que la expansión marítima de China despierta cada vez más interés en la comunidad internacional y recordó las islas artificiales que Pekín ha levantado en torno a las disputadas islas Spratly, algo que Tokio ve como una acción «coercitiva» para alterar el statu quo en el Mar de China Meridional. (EFE)
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