Los vehículos con problemas deben ser llevados al concesionario donde fueron comprados.
El mayor fabricante de automóviles del mundo, Toyota Motor, llamó hoy a revisión a unas 625.000 unidades de coches híbridos en todo el mundo por un fallo de software que puede reducir el poder motriz del vehículo e incluso hacer que se detenga.
La empresa con sede en Aichi informó que la avería no ha provocado ningún accidente ni lesiones para los ocupantes de los vehículos.
El fallo afecta a unidades fabricadas entre mayo de 2010 y noviembre de 2014 de los modelos Prius + (comercializado como Prius V o Prius Alfa en determinados mercados) y el Auris híbrido.
De ellos, 160.000 se comercializaron en Europa, unos 120.000 en Norteamérica y unos 340.000 en Japón, mientras que los 5.000 restantes se vendieron en África y otros mercados.
La actual configuración de software de estos coches puede provocar un recalentamiento de unos transistores.
Si éstos resultan dañados esto puede provocar, en primer lugar, el encendido de varias luces de aviso en el salpicadero, según Toyota.
el software de estos coches puede provocar un recalentamiento de unos transistores.
En la mayoría de los casos el vehículo entraría en un «modo a prueba de fallos», lo que reduce la fuerza motriz del coche y permite conducirlo solo por una distancia limitada.
En el caso más extremo, explica Toyota, el sistema híbrido se desactivaría y el automóvil se quedaría parado.
La empresa ha explicado que los vehículos afectados deben ser llevados a los concesionarios en los que fueron adquiridos, donde se les actualizará el software, una operación que lleva aproximadamente unos 30 minutos.
La avería se ha detectado en un momento en el que Toyota, al igual que otros fabricantes nipones, tienen aún muy presentes las rellamadas masivas de vehículos motivadas por unas averías en los airbags de la compañía Takata que han provocado al menos 8 muertos en todo el mundo.
Ya son más de 50 millones los coches que han tenido que ser llamados a revisión en todo el mundo afectados por este fallo de los airbags de Takata, que pueden abrirse con demasiada fuerza y proyectar fragmentos metálicos a sus ocupantes. EFE