El 8 de julio venció el plazo para obtener la tarjeta de residencia.
Unos 52.000 extranjeros que residen en Japón no habían sustituido sus carnés de extranjería por la tarjeta de residencia (zairyu card) para finales de mayo, casi un mes antes de la fecha límite, según el Ministerio de Justicia japonés.
Si hasta el 8 de julio no recaban las tarjetas, los extranjeros enfrentarán sanciones penales, informó Yomiuri Shimbun.
Para impedir que eso ocurra, el Ministerio de Justicia ha enviado avisos a los extranjeros para que completen los procedimientos necesarios. Sin embargo, estos no han llegado a algunos residentes.
Desde septiembre de 2014 hasta marzo de 2015, el ministerio envió por correo notificaciones a las personas que necesitaban renovar sus documentos. Sin embargo, cerca de 8.500 no llegaron a sus destinatarios porque, entre otras razones, estos se habían mudado.
Desde abril, funcionarios del ministerio están visitando las casas de los residentes extranjeros que no recibieron las cartas. Sin embargo, como el número es enorme, hasta fines de mayo solo habían podido visitar el 70 % de viviendas.
El sistema de tarjetas de residencia para extranjeros fue implantado en julio de 2012, aboliendo el anterior.
Aproximadamente 677.000 extranjeros que residen en Japón (en su mayoría chinos, filipinos y brasileños) deben tener la tarjeta de residencia.
Un funcionario nipón subrayó que si el 8 % de residentes extranjeros que aún no han completado los procedimientos para obtener la tarjeta no lo hacen hasta el 8 de julio, sus documentos carecerán de validez.
Sin papeles en regla, los extranjeros no podrán, por ejemplo, abrir cuentas bancarias, y podrían pasar hasta un año en la cárcel y recibir una multa máxima de 200.000 yenes (1.640 dólares). (International Press)