Los brasileños, sin Neymar, muy escasos de ideas
Manuel Pérez Bella / EFE
Paraguay se clasificó hoy a las semifinales de la Copa América al imponerse a Brasil en los penaltis, después de haber empatado 1-1 en el tiempo reglamentario, y se enfrentará a Argentina por un lugar en la gran final.
La historia de la Copa América de 2011 se repitió, cuando ambas selecciones decidieron su suerte en esta instancia desde los once metros y Paraguay también tumbó a la Verde-amarilla.
Derlis González marcó el tiro definitivo del punto de penalti, después de que Brasil fallara dos lanzamientos y los guaraníes otro.
En el tiempo reglamentario Robinho marcó el primer gol, en la mejor jugada de Brasil, una triangulación entre Elías y Dani Alves, y Derlis González igualó el resultado de penalti en la segunda mitad.
Brasil fue de nuevo especulador, muy escaso de ideas sin Neymar, y acabó pagando con ir al punto de penalti su falta de ambición en la primera parte, momento en el que estaba en posición de llevarse el partido.
Paraguay se creció en la segunda mitad, causó grandes problemas a sus rivales en las jugadas a balón parado y con la velocidad de sus hombres de ataque a la contra.
Brasil sólo presionó en el inicio del partido para producir el gol y después se limitó a aguantar el resultado con orden, sin ambición de hacer más daño a sus rivales.
La primera jugada hilvanada de Brasil, tejida entre Elías y Daniel Alves por la banda derecha, le puso en bandeja el gol a un Robinho libre de marca en el corazón del área en el minuto 14.
A partir del gol tempranero, Dunga ordenó a su equipo bajar el ritmo, a dormir la pelota y a administrar el resultado, lo que después le causaría más quebraderos de cabeza de los esperados.
Paraguay, que hasta ese momento se había limitado a achicar espacios para contener a los brasileños, dio unos pasos al frente, pero entonces acusó la baja de Néstor Ortigoza, su principal creativo, hoy suplido por Eduardo Aranda, y no consiguió crear muchos problemas a la zaga brasileña con el balón en el piso.
Los únicos avisos de Paraguay hasta el descanso fueron una internada de Edgar Benítez seguida de un centro y un chute desviado de Roque Santa Cruz, poco para herir a la defensa brasileña, hoy bien plantada.
Causó más incertidumbre una salida mal medida del portero Jefferson, que le forzó a recular para recuperar un balón que le pasó por encima y que se acercó peligrosamente a su portería.
El equipo paraguayo generó ocasiones más claras justo después del descanso, en dos saques de esquina rematados por Nelson Haedo Valdez y Paulo da Silva.
Del otro lado Brasil atravesaba sus momentos más improductivos en ataque a la vez que se retrasaba un poco en el campo y dejaba a Paraguay crecerse.
En esa tesitura llegó el penalti cometido por una clara mano de Thiago Silva, que convirtió Derlis González con un remate ajustado al poste.
El empate le pilló a Brasil desprevenido, el equipo no había producido fútbol durante todo el partido y en la recta final no sabía cómo hacerlo.
En la recta final, el equipo paraguayo dispuso incluso ocasiones más claras de darle la vuelta al marcador en un par de contragolpes en velocidad y otras dos jugadas a balón parado, pero al igual que hace cuatro años, el pase a la semifinal se decidió en los penales.
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.