Las Nadeshiko se enfrentarán con Suiza, Camerún y Ecuador en primera ronda
Las selecciones femeninas de Estados Unidos y Alemania afrontarán a partir del 6 de junio en Canadá el ambicioso desafío de desbancar al combinado japonés del trono mundialista, un lugar privilegiado que las pupilas de Norio Sasaki defenderán tras haberse proclamado por vez primera campeonas.
Si el éxito de las Nadeshiko hace cuatro años en territorio germano sorprendió dada su inexperiencia en las rondas finales -solo en 1995 había superado la fase de grupos el cuadro japonés, que nunca se ha perdido un Campeonato del Mundo-, Canadá medirá la consolidación de un proyecto asentado sobre el valor del colectivo.
Ante la ausencia de grandes individualidades, la solidaridad es la gran virtud de un grupo de jugadoras que, sin ser físicamente poderosas, apuestan su suerte al esfuerzo coral y al dominio del esférico. Dos factores que la escuadra japonesa intentará imponer en sus tres duelos del Grupo C frente a los equipos de Suiza, Camerún y Ecuador.
Más exigente será, presumiblemente, el recorrido del combinado estadounidense, finalista en 2011. Con la incógnita de cuántos minutos soportará la rodilla izquierda de Alex Morgan, cuyos esfuerzos serán dosificados por la seleccionadora Jill Ellis, será la veterana delantera Abby Wambach quien asuma el protagonismo ofensivo de un equipo temible en todas sus líneas pero intermitente en su rendimiento. Antes de adjudicarse la Concacaf 2014, de hecho, Estados Unidos solo pudo ocupar el séptimo lugar en la prestigiosa Copa del Algarve (Portugal).
Quien no podrá guiar a su país hacia su tercera conquista mundialista, tras las conseguidas en 2003 y 2007, será la centrocampista alemana Nadine Kessler, distinguida el pasado mes de enero por la FIFA como la Mejor Jugadora del Año 2014 como consecuencia de sus repetidos logros con el Wolfsburgo y con la selección germana, actual campeona continental.
Una nueva lesión de rodilla, sin embargo, obligará a la talentosa Kessler a ceder el mando a Dzsenifer Marozsán. Costa de Marfil, Tailandia y Noruega -campeona en 1995- acompañan en el Grupo B a la escuadra dirigida por Silvia Neid, quien en Canadá afrontará su último gran reto como seleccionadora antes de entregar el testigo a Steffi Jones.
En el país norteamericano desea el cuadro brasileño encontrar la gloria que le es ajena en los Mundiales femeninos. En los Estados Unidos, en 1999, debió conformarse con el bronce en un campeonato sobresaliente de Sissi y en China, en el año 2007, el equipo germano -que defendía el título- le negó la victoria en el último encuentro.
Hace cuatro años, como ya ocurriera en 2003, la ‘verdeamarelha’ encontró su techo en los cuartos de final por lo que mejorar ese resultado es el objetivo de un combinado liderado sobre el césped por Marta, ganadora en cinco ocasiones del Balón de Oro, y las veteranas Formiga y Cristiane. (EFE)