ONG ambientalistas protestan contra la nueva base de EEUU en Okinawa

Bahía de Oura (foto Makishi Osamu)

 

Organizaciones buscan proteger las “Galápagos de Oriente»


Bahía de Oura (foto Makishi Osamu)
Bahía de Oura (foto Makishi Osamu)

Una plataforma de 31 ONG japonesas e internacionales instó a EEUU y a Japón a detener la reubicación de la polémica base militar estadounidense en la isla nipona de Okinawa (sur) para evitar «graves daños medioambientales».

Las organizaciones, entre las que se encuentran las filiales niponas de Greenpeace y Friends of the Earth o la Sociedad de Conservación Natural de Japón, hicieron esta petición durante una rueda de prensa conjunta organizada en Tokio.


En concreto, solicitaron la «parada inmediata» de las perforaciones submarinas que el Ministerio nipón de Defensa lleva a cabo en la bahía Oura, frente a la localidad de Henoko (prefectura de Okinawa), la primera fase para la reubicación de la base militar estadounidense de Futenma.

La petición está en línea con la postura del Gobierno de Okinawa, que el pasado lunes ordenó la suspensión de estos trabajos al considerar que vulneraba la normativa medioambiental, mientras que el Ejecutivo central ha decidido seguir adelante con las obras.

Según las ONG, en la zona donde se llevan a cabo las perforaciones habitan más de 5.300 especies marinas, entre ellas 262 que están en peligro de extinción.


«El Ministerio de Defensa no contó con ninguna evidencia científica cuando hizo su evaluación de impacto medioambiental» para las obras en 2004, según dijo Shinichi Hanawa, portavoz de la ONG Ramsar Network.

Hanawa calificó a estas aguas de Okinawa como las «Galápagos de Oriente», al albergar a especies protegidas como el coral azul o el mamífero marino dugongo.


Por su parte, Mariko Abe, de la Sociedad de Conservación Natural de Japón, denunció que durante las obras se están sumergiendo bloques de hormigón de 45 toneladas sobre arrecifes de coral y lechos de algas de gran valor medioambiental.

«Nuestro objetivo es que el Gobierno pare estas actividades de una vez y converse con los vecinos de la zona, ya que no les ha dado ninguna oportunidad de expresar su opinión», añadió Abe.

Para lograrlo, las ONG han puesto en marcha una colecta de firmas y presentarán una petición formal al Ejecutivo nipón y a la embajada de Estados Unidos en Japón, según anunciaron.

Esta semana se ha intensificado el enfrentamiento entre Tokio y el Gobierno de Okinawa por la construcción de las nuevas instalaciones militares, un proyecto atascado desde 1996 por la fuerte oposición de los políticos y la población local.

La base de Futenma, de 480 hectáreas, se ubica en el mismo centro urbano de la localidad de Ginowan (94.000 habitantes), rodeada de viviendas y edificios públicos, lo que durante años ha generado protestas de sus ciudadanos por el ruido y por la posibilidad de que se produzcan accidentes.

Tokio defiende el traslado como vía para garantizar la permanencia de la base en Okinawa y reducir su impacto sobre la población, pero el Gobierno local se opone frontalmente a la construcción de las nuevas instalaciones con vistas a terminar con la presencia estadounidense en la región a medio plazo. (EFE)

 

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