Autoridad nuclear pide a TEPCO que mejore la seguridad en la central
El presidente de la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) dijo el martes, día en que se cumplieron cuatro años del tsunami que provocó en Fukushima uno de los peores accidentes atómicos de la historia, que la citada planta aún plantea «numerosos riesgos».
«Unos cuantos accidentes y problemas se han producido en la planta de Fukushima en el último año, y tenemos que aceptar que esto genera ansiedad y enojo en la gente de la zona», indicó el presidente del órgano, Shunichi Tanaka, en una junta de la NRA celebrada con motivo del aniversario de la tragedia.
«Existen numerosos riesgos que podrían causar accidentes y problemas en la planta», admitió Tanaka, que urgió a la empresa operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), a esforzarse para mejorar la seguridad en Fukushima.
Hace apenas dos semanas TEPCO informó de una nueva fuga de agua radiactiva al mar por negligencia.
Además, el número de accidentes en los se han visto implicados trabajadores de la central ha aumentado en los últimos meses a medida que las labores de desmantelación, que llevarán entre 30 y 40 años, se han ido complicando.
El último de ellos tuvo lugar en enero, cuando un técnico falleció al caer en un tanque de almacenamiento de agua.
El terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 golpearon la central de Fukushima Daiichi y la dejaron sin suministro eléctrico, lo que hizo fallar los sistemas de refrigeración de los tres reactores que estaban operativos en ese momento.
Esto provocó una fusión parcial de sus núcleos y una serie de explosiones por concentración de hidrógeno en los edificios de los reactores que esparcieron material radiactivo por toda la región.
Las emisiones y vertidos de agua contaminada de la central han afectado gravemente a la ganadería, la agricultura y la pesca local e impiden que más de 70.000 personas que vivían junto a la planta puedan retornar a sus casas.
A raíz del accidente, Japón mantiene detenidos sus 48 reactores nucleares, aunque el Gobierno ha impulsado la reactivación de aquellos que cumplan los nuevos requisitos de seguridad más estrictos que la NRA aprobó en 2013.
De este modo, y pese a la fuerte oposición de los japoneses en las encuestas, se espera que dos centrales -una en el sur y otra en el oeste del país- puedan volver a funcionar este mismo año tras haber recibido el visto bueno del órgano regulador. (EFE)
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