Pekín pide a Tokio un arrepentimiento verdadero como el de Alemania
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, reconoció hoy que la guerra que su país y Japón libraron hace siete décadas sigue perjudicando las actuales relaciones entre las dos potencias y pidió a Tokio que reconozca de una vez por todas sus culpas para que los lazos puedan normalizarse.
«Japón perdió la guerra hace 70 años, y siete décadas después no debe perder su conciencia», señaló Wang en la única rueda de prensa que el jefe de la diplomacia china ofrece en solitario cada año, siempre en las semanas de sesión plenaria de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo).
En la conferencia, donde Wang repasó los principales objetivos y retos actuales de las relaciones exteriores de China, aseguró que Tokio debe escoger «si sigue llevando la carga de su Historia o decide romper limpiamente con la agresión pasada».
«La elección es de Japón», insistió el ministro chino, quien reconoció que las rencillas históricas entre ambos países «continúan acechando nuestros lazos».
Japón invadió China y otros países de Asia Oriental durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45), en la que cometió en ese continente graves crímenes de guerra similares a los de la Alemania nazi en Europa, tales como matanzas indiscriminadas de civiles o uso de armas químicas y biológicas.
Pekín y otros gobiernos de la zona, como Seúl o Pyongyang, mantienen que el Ejecutivo de Japón, a diferencia de antiguas potencias del Eje como Alemania o Italia, no ha mostrado nunca verdadero arrepentimiento por sus crímenes de guerra, que fueron juzgados por tribunales internacionales.
La frecuente publicación en Japón de libros de Historia o de texto que minimizan la invasión de Asia Oriental o las frecuentes visitas de líderes nipones al santuario tokiota de Yasukuni, donde se homenajea entre otros a 14 criminales de guerra japoneses, son según China muestras de esa falta de arrepentimiento.
A ello se han unido, con la llegada del conservador Shinzo Abe al puesto de primer ministro japonés, hechos como la revisión de la constitución pacifista nipona o el aumento de los roces territoriales entre las dos potencias, especialmente por la soberanía del archipiélago Diaoyu/Senkaku.
El ministro Wang Yi parafraseó las palabras de un antiguo diplomático chino para señalar que «cuando un agresor es consciente de su culpa, es más fácil que una víctima se recobre de su sufrimiento», en referencia a la posición de su país.
El pasado año China instauró por primera vez el 3 de septiembre como fiesta de celebración de su victoria ante Japón, y en 2015, cuando se cumplirá el 70 aniversario de la rendición nipona, Pekín organizará por primera vez un desfile militar conmemorativo de ese evento, probablemente en esa misma fecha.
El desfile, similar a los que cada año se organizan en Moscú, ha sido visto por los observadores como un nuevo escollo para las ya malas relaciones entre China y Japón, aunque el ministro Wang defendió hoy que se trata de un evento «perfectamente normal y natural». (EFE)