El delantero japonés está anotando goles cruciales para el Sporting de Lisboa
Miguel Conceição / EFE
Con tres partidos consecutivos marcando goles decisivos para el Sporting de Lisboa, el japonés Junya Tanaka se ha erigido en Portugal en una suerte de ‘Oliver’, protagonista de la mítica serie de animación conocida en España como «Campeones».
Tanaka, de 27 años, ha demostrado no ser un mero anzuelo de mercadotecnia para que el Sporting capte audiencia en el Lejano Oriente. Ha demostrado un olfato goleador afilado que le ha llevado a marcar un gol cada 23 minutos, un hito semejante al logrado por el personaje de ficción ‘Oliver’.
A base goles y pases, el delantero se ha ganado el respeto de los aficionados y la prensa portuguesa, que le conoce como «Captain Tsubasa» -título original de la serie «Campeones»- o como «Samurai».
El año 2015 ha traído al internacional nipón motivos para enorgullecerse.
En su primera participación del año, enamoró al fútbol local con un sensacional y potente remate con la zurda que sirvió para que el Sporting lograse tres puntos ligueros ante el difícil Braga cuando el reloj marcaba el minuto 94 (0-1).
Le habían bastado 15 minutos en el campo para derrotar a domicilio a uno los mejores equipos de la Liga lusa.
No se detuvo allí el delantero japonés y en el siguiente partido, de la Copa de la Liga, marcó, de penalti, el único tanto de la victoria casera ante el Boavista, rival ante el que completó los 90 minutos.
Para refrendar su inspiración, el pasado domingo sentenció al Rio Ave, cuando éste amenazaba con el empate, al marcar un tranquilizador 4-2 para su equipo. Había saltado del banquillo en el minuto 83.
A estos tres goles se suma otro más, desde los once metros, anotado en noviembre pasado en la goleada copera ante el Sporting de Espinho (0-5).
Tanaka también ha mostrado una faceta desinteresada en 2015. A pesar de que se dice que los goleadores son egoístas por naturaleza, el japonés firmó dos asistencias en la victoria copera ante el Famalicao, una al portugués Joao Mário y otra al colombiano Fredy Montero.
Debido a la ausencia del argelino Islam Slimani, principal referencia de ataque del Sporting que está en la Copa de África, el entrenador Marco Silva ha brindado más minutos a Tanaka, que apenas acumulaba unos 150 entre agosto y diciembre de 2014.
Nacido en 1987 en Tokio, Tanaka llegó a Lisboa este verano procedente del Kashiwa Reysol, cuarto clasificado de la J-League la pasada temporada.
Firmó por cinco temporadas y costó a las arcas del club luso unos 750.000 euros.
El fichaje de Tanaka llamó la atención por su exorbitante cláusula de rescisión, 60 millones de euros, cantidad que llevó a un periódico italiano a describir la transferencia como «cosas extrañas propias del mercado de verano».
El camino futbolístico del ‘desconocido’ Tanaka empezó en la universidad de Juntendo, en Tokio, donde completó los estudios de Física.
En 2009, consiguió disputar 9 partidos con el Kashiwa Reysol gracias a un acuerdo de la universidad.
Sus buenas actuaciones convencieron y fue rápidamente contratado por ese club, en el que pasó la mayoría de su carrera profesional.
En su primera temporada en el equipo de la ciudad de Kashiwa, a unos 30 kilómetros de Tokio, Tanaka marcó 6 goles en 26 partidos, y ayudó al equipo a subir a primera división.
En sus seis años en el Kashiwa lució el pie izquierdo que ahora maravilla en Portugal y anotó 55 goles en 186 partidos.
A pesar de su buena forma, la selección japonesa se le resistía, hasta que le llamó el mexicano Javier Aguirre, el nuevo seleccionador nipón.
Debutó con el equipo nacional el 5 de septiembre de 2014 en la derrota ante Uruguay (0-2), jugó cuatro días después en el empate ante Venezuela (2-2) y el pasado 14 de octubre en el revés ante Brasil (0-4).
En la capital lusa, a Tanaka le describen como una persona humilde, cuyo «compañero» inseparable es un diccionario de portugués que le ayuda en la comunicación del día a día.
A pesar de la barrera lingüística -se sirve del inglés y de gestos para superar los obstáculos-, el jugador ha sido bien recibido en el vestuario.
Por lo visto en las redes sociales, el lateral brasileño Jefferson, el peruano André Carrillo y el español Oriol Rosell son los principales responsables por promover la integración de Tanaka.
Este cariño también llegó a los aficionados que vieron crecer a estrellas del fútbol mundial como Cristiano Ronaldo o Figo.
«Os adeptos» («hinchas») entonan el nombre del jugador, cautivados por contar con una nueva máquina de hacer goles procedente del país del Sol Naciente.
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