«El abuso de la libertad de expresión en Occidente no es aceptable”, dice Irán
Javier Albisu / EFE
La revista «Charlie Hebdo» volvió el miércoles a los kioscos con un Mahoma en la portada mostrando el eslogan «Je Suis Charlie» (Yo soy Charlie) para abrir un tirada ampliada e histórica que se agotó en pocos minutos y que se reproducirá durante dos semanas hasta alcanzar los cinco millones de ejemplares.
Los actos masivos de solidaridad y duelo que han arropado Francia durante los últimos días se vieron recompensados con un nuevo e irreverente ejemplar de la revista satírica, que vio sobrepasadas todas las expectativas.
A primera hora de la mañana los quioscos empezaban a colgar carteles de «No queda ‘Charlie Hebdo'» y en unos minutos se habían finiquitado los 700.000 ejemplares distribuidos originalmente, frente a su tirada habitual de 60.000.
Sin embargo, el autodenominado «periódico irresponsable» ha anunciado que imprimirá 5 millones de copias de este número, que venderá durante las próximas dos semanas, para que los lectores no tengan que recurrir a la reventa en internet, donde se ofertan ejemplares por 600 dólares (unos 500 euros).
En la portada, aparece una caricatura del profeta Mahoma entristecido, con una lágrima cayéndole, y bajo el titular «Todo está perdonado».
El esperado regreso de la cabecera, con la mitad de páginas que en una tirada normal y cuya portada ha sido criticada en Irán, Egipto, Afganistán o Turquía, ha coincidido con nuevos avances en la investigación, detenciones y reacciones políticas dentro y fuera de Francia.
La Fiscalía belga anunció que ha detenido al traficante que vendió a los hermanos Kouachi las armas con las que ejecutaron a doce personas en su asalto al semanario satírico, al tiempo que Al Qaeda en Yemen reivindicó oficialmente la autoría de los atentados de París, que el grupo extremista dice haber planeado y financiado.
Los terroristas, de quienes se sospecha pudieron entrenar en Yemen con esa organización terrorista, pudieron haber comprado el armamento cerca de la estación de Midi de Bruselas por menos de 5.000 euros, según la prensa belga.
En la vecina Francia, donde las reforzadas medidas de seguridad siguen patentes en posibles objetivos de nuevos ataques, como templos, colegios o medios de comunicación, la investigación policial sigue avanzando, en un clima de gran sensibilización.
“CARICATURAS BLASFEMAS”
El mundo musulmán, tanto en su rama mayoritaria suní como en la minoritaria chií, reaccionó negativamente a la publicación del último número del semanario satírico francés «Charlie Hebdo» por considerar ofensiva la caricatura del profeta Mahoma que publica en portada.
El mufti de Jerusalén, la máxima autoridad musulmana de la ciudad santa, Mohamed Husein, lamentó la nueva portada de «Charlie Hebdo» y recalcó que este tipo de caricaturas «deben terminar».
En unas declaraciones por teléfono a Efe, el mufti manifestó que el islam «rechaza la personificación del profeta Mahoma».
«Rechazamos la violencia contra cualquier persona pero también insultar a nuestro profeta con dibujos que ponen palabras en su boca».
«Respetamos la vida humana y estamos en contra de cualquier forma de violencia contra las personas, pero estos dibujos deben acabar», concluyó.
La institución religiosa de Al Azhar, la más prestigiosa del islam suní y con sede en El Cairo, llamó a los musulmanes a «ignorar las caricaturas ofensivas» del profeta Mahoma que publica el semanario francés.
En un breve comunicado, Al Azhar, que condenó en su momento el atentado contra la revista satírica, criticó «esta imaginación enferma» que viola las restricciones morales y civilizadas.
La institución egipcia «Dar al Iftá» o Casa de las Fetuas advirtió de que esta publicación supone «una provocación injustificada de los sentimientos de los musulmanes en todo el mundo, que respetan y aman a su profeta».
Irán, el país de mayor influencia en el islam chií, calificó de «insultante» la portada de «Charlie Hebdo», según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Marzie Afjam.
«El respeto a las creencias y a lo sagrado de las religiones divinas es un principio aceptado y se espera que los líderes europeos respeten este principio», dijo Afjam en declaraciones difundidas por la agencia oficial IRNA.
Afjam apostilló que «el abuso de la libertad de expresión en Occidente no es aceptable y debe prevenirse», y agregó que «muchos pueblos están pagando por las erróneas políticas de Occidente».
Por su parte, el grupo chií libanés Hizbulá (estrechamente vinculado a Irán) afirmó que la nueva portada de «Charlie Hebdo» contribuye «a apoyar el terrorismo, el extremismo y a los terroristas».
«Ese trabajo es inaceptable y no se puede justificar bajo ninguna consideración», añadió el grupo libanés en un comunicado.
El texto considera que la representación de Mahoma a través de estas viñetas es una «gran provocación al sentimiento de más de 1.500 millones de musulmanes de todo el mundo».
El pasado 9 de enero, el líder de Hizbulá (grupo chií), Hasán Nasralá, condenó el atentado que causó 12 muertos en París y afirmó en un discurso que los grupos takfiríes (radicales suníes) «perjudicaron más al profeta (Mahoma) que las caricaturas hechas de él».
Un tribunal de la ciudad turca de Diyarbakir prohibió difundir la portada del nuevo número de «Charlie Hebdo», según informó el diario «Hürriyet».
Aunque los diarios turcos islamistas y los más cercanos al Gobierno han pixelado o difuminado la cara de Mahoma, varios otros, como el izquierdista «Birgün», la publicaron sin retoques.
El diario «Sabah», uno de los más cercanos al gobierno turco (controlado por el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo, AKP), criticó a cuatro medios que difundieron en su edición digital «estas insolentes caricaturas».
El Parlamento afgano condenó por «blasfemo» el nuevo número de «Charlie Hebdo».
En una resolución, la cámara baja de la Asamblea Nacional de Afganistán pidió al mundo occidental que evite cualquier tipo de «blasfemia» al amparo de la libertad de expresión, según el texto leído por un portavoz parlamentario, Salih Mohamed Saljoqi.
«Queremos que los líderes de los países occidentales eviten la publicación de materiales blasfemos, particularmente de caricaturas del profeta Mahoma», agregaron los diputados en dicho texto.