París se convirtió en «la capital mundial de la tolerancia, la libertad y la fraternidad»
Más de 3,7 millones de personas participaron el domingo en toda Francia en las distintas manifestaciones celebradas contra los atentados de esta semana, informó el Ministerio del Interior, que consideró que se trata de una movilización «sin precedentes».
La protesta más multitudinaria, de entre 1,2 y 1,6 millones de personas, según cálculos provisionales ofrecidos por los medios, tuvo lugar en París, pero el Ministerio no pudo ofrecer una cifra exacta dado que la masiva participación desbordó el recorrido oficial previsto.
«El pueblo francés ha aportado hoy la respuesta más bella» contra el terrorismo, afirmó ante una representación de policías y gendarmes el primer ministro, Manuel Valls, que dijo estar orgulloso de la movilización de sus compatriotas.
París, en su opinión, se convirtió hoy en «la capital mundial de la tolerancia, la libertad y la fraternidad», debido a la presencia de cerca de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno junto al presidente galo, François Hollande.
Junto a banderas francesas y muchas viñetas de la revista, «Yo soy Charlie, soy policía, soy árabe, soy judío, soy francés» se leía en otros carteles de esta llamada «marcha republicana», pues los ataques terroristas tuvieron como objetivo a periodistas, policías y miembros de la comunidad judía francesa.
Entre impresionantes medidas de seguridad y la protección de 2.200 policías, la manifestación reivindicó los valores de la República francesa, como la libertad de expresión, la tolerancia y la democracia, según explicaron a Efe muchos participantes, que no recordaban una concentración semejante en décadas.
«Toda esta gente es algo extraordinario. Nos llega al corazón y muestra que Francia es un país muy democrático. Que se hayan sumado tantos países a nosotros es también algo formidable», declaró a Efe Didier Krentowski, un veterano de las manifestaciones de los años 60 del pasado siglo.
Durante varias horas las calles de París se colapsaron a kilómetros de distancia del lugar de partida, la Plaza de la República, donde empezó con retraso sobre el horario previsto de las 15.00 hora local por la masiva afluencia.
Hasta llegar con lentitud, casi tres horas después, a la Plaza de la Nación, si bien, más que una marcha, se trató de una concentración pues en la mayoría del recorrido era imposible moverse debido a la multitud presente.
«París es hoy la capital del mundo», dijo el presidente francés, Francois Hollande, que auguraba que «el país entero» iba a «alzarse durante esta jornada» para expresar el dolor de la sociedad.
En un gesto sin precedentes, Hollande encabezó la marcha junto a casi 50 jefes de Estado y de Gobierno que, durante apenas 200 metros, desfilaron detrás de los familiares de las víctimas de los atentados, que llevaban bandas en la cabeza con el lema «Charlie».
Muestra del carácter único de esta manifestación fue que caminaron a apenas metros de distancia el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abás, junto a la mayoría de los líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Tras la partida de los líderes internacionales hacia el Palacio del Elíseo, Hollande, un presidente poco popular que sin embargo fue aplaudido a lo largo del recorrido, se dio un emotivo abrazo con el médico y colaborador del semanario «Charlie Hebdo» Patrick Pelloux, que atendió en persona a algunos de sus compañeros y amigos tras la masacre del miércoles.
También participaron en la manifestación los principales líderes de las comunidades musulmana y judía de Francia, que suman cinco millones de personas y medio millón, respectivamente.
EN EL RESTO DE FRANCIA
La respuesta ciudadana en el resto de ciudades del país también fue masiva, con unos 2,5 millones de ciudadanos en las calles, según los medios, en repulsa de los atentados yihadistas que se cobraron 17 víctimas y acabaron con la muerte de los tres autores de los hechos.
Una de las ciudades en las que el respaldo popular fue más numeroso fue Lyon (este), con unos 300.000 ciudadanos, según cifras policiales citadas por «Le Figaro».
Otras 140.000, según estimaciones provisionales de las autoridades locales, tomaron las principales avenidas de Burdeos (sur), mientras que en Rennes (noroeste) cerca de 115.000 se unieron a esa reivindicación, de acuerdo con datos de la prefectura recogidos por ese diario.
En Grenoble se juntaron, según esa fuente, más de 100.000 personas, por encima de los 60.000 de Marsella (sur), o de los más de 10.000 de Dammartin-en-Goele (norte), localidad donde fueron abatidos los hermanos Sarif y Chérif Kouachi, autores del ataque al semanario «Charlie Hebdo», en el que murieron 12 personas. (EFE)