En el último día del año 2000, fueron hallados los cadáveres de la familia Miyazawa en su casa en Tokio: el padre Mikio (44), la madre Yasuko (41) y los hijos Nina (8) y Rei (6). El niño, Rei, había sido estrangulado, mientras que los otros tres habían sido apuñalados.
14 años después, sigue sin conocerse la identidad del asesino. Lo que se sabe por evidencias encontradas en la vivienda es que el criminal, tras acabar con los Miyazawa, usó una computadora que había en la casa y comió un helado. El asesino pasó varias horas en el hogar de los Miyazawa antes de abandonarlo. El cuádruple crimen se produjo el día 30.
El martes, como todos los años, la policía repartió volantes en la zona en busca de colaboración pública para resolver el caso, según Japan Today.
Al lado de la casa de los Miyazawa vivían la hermana de Yasuko y su difunto esposo. La mujer se mudó poco después de los asesinatos. Ambas viviendas permanecen hoy como hace 14 años.
La recompensa por información que conduzca a la captura del asesino se elevó de los 3 millones de yenes iniciales (25.000 dólares) a los 20 millones de yenes actuales (167.000 dólares).
Desde hace 14 años, alrededor de 190.000 oficiales han participado en la investigación del caso y la policía ha recibido más de 16.000 pistas del público sin resultados a la vista.
Actualmente 40 investigadores están a cargo de las pesquisas a tiempo completo.
La policía halló en la escena de los crímenes ropa del asesino, un cuchillo y rastros de sangre que no pertenecía a ninguna de las víctimas. Los análisis de ADN de la sangre sugieren que el autor de los crímenes tiene una madre de ascendencia europea y que su padre es de origen asiático. Es todo lo que se sabe hasta ahora. (International Press)