El caso es excepcional porque en Japón rara vez se anula una condena
En 2011 un hombre de Osaka fue condenado a 12 años de prisión por violar a una mujer. Tras permanecer más de tres años encerrado, el hombre ha sido liberado. ¿Por qué? Porque apareció evidencia que revela que los testimonios contra él eran falsos.
El hombre, cuya identidad se mantiene en reserva, fue acusado de violar a una misma mujer en 2004 y 2008.
La sentencia condenatoria se sustentó principalmente en los dichos de la supuesta víctima y de un testigo presencial. Al parecer, durante el juicio la parte acusadora no aportó pruebas que incriminaran al acusado.
El hombre, que siempre se declaró inocente, se batió arduamente para que su caso fuera revisado, empeño que rindió frutos este año.
En una decisión excepcional, como subraya el sitio RocketNews24, el caso fue reabierto. En Japón las condenas rara vez son anuladas. Esta es la segunda vez desde 2009 que una sentencia condenatoria es revocada.
En la nueva investigación la Fiscalía halló evidencias que desbaratan los testimonios de la mujer y el testigo. Sin cargos sólidos contra él, el hombre fue puesto en libertad. (International Press)
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