Las fabricantes están pidiendo apoyo para aliviar la carga impositiva.
En Japón, los grandes fabricantes de automóviles han coincidido en bajar la producción por las débiles ventas que han tenido después de la subida del impuesto al consumo.
La empresa Honda va a parar las labores, en su fábrica de la provincia de Saitama, todos los viernes de octubre y noviembre, y va a disminuir el stock de los carros. Toyota y Nissan también están reduciendo el trabajo de los días feriados y las horas extraordinarias, para desacelerar la producción. Si la tendencia continúa, y la producción de automóviles japoneses cae más, puede causar un gran golpe a la economía nacional, advirtió un análisis de la web SankeiBiz.
En este momento Honda está avanzando en su estrategia de transferir su producción al extranjero, y si disminuye la venta en Japón las que sufrirán el daño mayor serán las fábricas de autopartes que están en el país.
Desde abril, la venta doméstica de Toyota sigue a la baja comparada con el año pasado. Ocurre lo mismo en las otras empresas. Según la Asociación Japonesa de Concesionarios de Automóviles, la venta nacional de vehículos en septiembre bajó a 518.774, lo que representa una disminución del 0.8% comparando con el año pasado.
La moderación en la compra que mantienen los japoneses, después de la subida del impuesto al consumo, está durando más de lo que se esperaba. Las fabricantes van a aprovechar la venta de los nuevos modelos, pero en 2015 se espera el aumento del impuesto para los carros ligeros lo que va a agravar la situación.
Entre tanto, desde las grandes fabricantes automotrices se está subiendo el tono de la voz pidiendo| que se haga efectiva una ayuda del gobierno que alivie la carga de impuestos, informó SankeiBiz. (ipcdigital)
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