El superagente de los futbolistas y entrenadores más famosos del mundo. Ya ha movido pases por 1.000 millones de euros.
Las cinco transferencias más resonantes del reciente mercado de pases futbolístico fueron Luis Suárez (Liverpool al FC Barcelona, 81 millones de euros), James Rodríguez (AS Mónaco al Real Madrid, 80 millones), Ángel Di María (Real Madrid al Manchester United, 75 millones más otros 15 en objetivos alcanzados), Falcao García (AS Mónaco al Manchester United, 62,5 millones) y Eliaquim Mangala (Porto FC al Manchester City, 50 millones). El traspaso de Falcao debe darse por definitivo dado que la opción de compra el año próximo es obligatoria. Las cuatro últimas de esas megaoperaciones tienen un denominador común: fueron ideadas y/o gestionadas por el empresario Jorge Mendes, hoy día el amo del fútbol, que tiene en su escaparate a muchas de las máximas estrellas: Cristiano Ronaldo, James, Falcao, Di María, Diego Costa, Luis Filipe, Pepe, Marcelo, Coentrao, David De Gea (Manchester United), Tiago (Atlético de Madrid), entrenadores como José Mourinho o Luis Felipe Scolari, etcéteras varios. Cada año agrega más.
El superagente portugués también llevó este verano a Diego Costa y Luis Filipe al Chelsea (38 millones el primero, 20 el segundo). Amén de jugadores y técnicos, Mendes posee algo tan o más importante que la mercadería: el comprador y el vendedor, los grandes clubes. Entra y sale sin tocar timbre de Real Madrid, Valencia, Atlético de Madrid, Deportivo La Coruña, Porto, Sporting de Lisboa, Chelsea, los dos Manchester, el PSG, Mónaco y otros menos connotados. A veces no representa a un jugador determinado, pero intermedia entre el interesado y el propietario. Y se lleva su comisión. También es muy cercano a un fuerte grupo inversor árabe-europeo ávido de comprar jugadores en 10 y venderlos en 40. Cerró el círculo. Es una máquina de facturar.
Jorge Paulo Agostinho Mendes (Lisboa, 1965) no jugó fútbol profesionalmente. En sólo 18 años creó un imperio llamado GestiFute, su empresa de 40 empleados. Tenía una cadena de videoclubs y regenteaba locales nocturnos cuando conoció al arquero portugués Nuno en un bar. Lo convenció de ser su representante y poco después logró traspasarlo del Vitoria Guimaraes al Deportivo La Coruña. Fue su primera operación, año 1996. En 2002 dio un gran golpe al llevar al volante ofensivo portugués Hugo Viana, del Sporting de Lisboa, al Newcastle inglés por 12 millones de euros. A partir de allí fue todo juego grande. En este último período de pases traspasó 11 jugadores por valor de 345,4 millones de euros, con lo cual su comisión fue de 34,5 millones, sin contar el 10% adicional de los contratos de cada jugador. Es decir, si James Rodríguez cobrará 40 millones en los seis años con el Madrid, 4 son para el tío George. El 10% de todos sus ingresos, también los de imagen.
Y puede decirse que su negocio es incipiente. La implantación del Fair Play Financiero por la UEFA lo va hacer mucho más rico, dado que ahora los clubes tienen que presentar un balance equilibrado entre compras y ventas. Compras hay que hacer siempre, para reforzar el equipo, para ofrecer novedades a la afición o por márketing; de modo que, obligatoriamente, también es preciso vender. Así pues, Mendes lleva sus jugadores del Porto al Madrid, del Madrid al Manchester United, del Mónaco al Chelsea… Una interminable rueda virtuosa de dinero. Hace felices a todos los clubes.
Hace un año, el magnate ruso y propietario del AS Mónaco, Dmitri Rybolovlev, desembolsó 120 millones de euros para incorporar tres jugadores de Mendes: Radamel Falcao (63 millones), James Rodríguez (45) y João Moutinho (25). Su idea era revolucionar el fútbol europeo y llevar al Mónaco a lo más alto. Pero ocurrió un imponderable: el divorcio de Rybolovlev. Un juez lo obligó a pagarle a Elena, su exmujer durante 23 años, 3.270 millones de dólares (la separación más cara de la historia). Esto hizo que el millonario cambiara sus planes. Llamó a Mendes y le informó que estaba en vendedor. Este tomó nota; no podía ignorar el pedido de quien le hizo ganar alrededor de 20 millones de euros en comisiones un año antes. Apenas James Rodríguez marcó el golazo ante Uruguay en el Mundial marcó el número de Florentino Pérez y le deslizó la idea: “¿Le gusta…? se lo llevo al Madrid”. No le costó convencerlo, a Florentino lo puede todo lo que huela a galáctico, le fascina. James anotó su inolvidable gol el 28 de junio; el
1° de julio el pase era poco menos que un hecho en la portada de Marca: “Operación James”, decía, con foto a toda página del zurdo. Florentino feliz de la vida, Rybolovlev encantado de vender por 80 lo que compró en 40 y Mendes felicitado por ambos (y con otra millonada de comisión). Luego hizo doblete con Falcao, lo sacó del Mónaco por lo mismo que lo había llevado doce meses antes, casi 63 millones. Con un año más y una rotura de ligamentos en el medio.
Externamente tiene toda la apariencia del tiburón, frío e implacable. Sin embargo, quienes lo conocen lo describen como “un sujeto inteligente, educado, prudente, familiar, ameno, no te mira por encima del hombro”. Un colega suyo, argentino, refiere lo siguiente: “Dos veces estuve con Mendes, percibí en él una gran ambición, pero acompañada y superada por una notable capacidad de trabajo. Me llamó la atención cómo presta oídos cuando le hablan, da la sensación de que te está taladrandro el cerebro. No tiene fama de quedarse con dineros ajenos. Y posee una memoria extraordinaria, se acordaba con puntos y comas lo que habíamos hablado diez años antes”.
Asesorado por Mendes, el millonario Peter Lim, de Singapur, se convirtió en el nuevo dueño del Valencia CF; acaba de comprar el 70,4% de las acciones. Lo primero que hizo Mendes fue recomendar que despidieran al DT Juan Antonio Pizzi (lo indemnizaron con un millón de euros) y en ese lugar Mendes colocó, por fin, a su iniciador en el fútbol: Nuno Espíritu Santo, el arquero que confió en él en 1996.
Mendes comenzó con unos pocos e ignotos batebolas portugueses, hoy su escudería es cada vez mayor y más calificada. Se maneja en su propio jet privado y debe reconocérsele un notable talento para relacionarse y hacer negocios de enorme envergadura. Ya ha movido futbolistas por más de 1.000 millones de euros. Y ahora viene lo mejor. Para él…
*Ex articulista de El Gráfico y director de la revista Conmebol, es columnista de International Press desde 2002.