Cuestionan uso de la violencia para combatir los discursos de odio
Zaitokukai es una organización que rechaza la presencia de los coreanos en Japón y que con cierta regularidad expresa su xenofobia en manifestaciones callejeras.
En oposición a este grupo de ultras ha surgido otro que se denomina Otoko-Gumi y se proclama antirracista.
Sin embargo, esta organización no está formada precisamente por gente pacífica, pues ocho de sus miembros han sido arrestados por agredir a un ultraderechista que pedía la expulsión de los coreanos en una manifestación realizada en Osaka en 2013, ataque que registraron en un video subido a internet.
Otoko-Gumi no se anda con medias tintas. En su sitio web dice: “Con todo nuestro poder, vamos a eliminar a los racistas». Asimismo, se definen como un “frente de batalla antirracista”.
La policía de Osaka detuvo a los ocho activistas el 16 de junio, informó el sitio web MSN Sankei.
Según la policía, los hombres rodearon a su víctima, un hombre de 47 años, mientras le gritaban (“hijo de puta”, “te odiamos”, etc.) y lo zarandeaban.
El incidente ha originado controversia en Japón. Hay gente que dice que así como no acepta el discurso de odio de los anticoreanos, tampoco acepta el uso de la violencia por parte de los antirracistas.
Otros sostienen que las acciones violentas de Otoko-Gumi no lo diferencian de cualquier grupo de pandilleros o que son tan malos como los anticoreanos.
También hay quienes al margen de su posición política subrayan que la violencia nunca es la solución. (ipcdigital)