También hay camaradería entre adversarios
La primera ronda del Mundial ha dejado muchos goles, emociones y un vergonzoso mordisco.
Sin embargo, la Copa del Mundo ha tenido otros protagonistas que también merecen espacio por su buena onda, por recordarnos que los jugadores no son soldados que se enfrentan a otros bajo la consigna de matar o morir, sino deportistas que compiten con intensidad, pero en un ambiente en el que también hay espacio para la risa y la camaradería entre rivales.
En Sudáfrica 2010, Argentina derrotó a Nigeria 1-0. El partido es más recordado, no obstante, porque Lionel Messi se estrelló contra una muralla infranqueable: el arquero Vincent Enyeama. Messi lo intentó una y otra vez, pero no pudo vulnerar a Enyeama.
4 años después, Lionel tuvo su revancha: dos goles, uno de ellos un tiro libre de gran factura. El equipo africano perdió 2-3, pero Enyeama, que volvió a estar bajo el arco, bromeó con el argentino como si fuera un compañero de travesuras y no un adversario. Incluso tuvo un divertido diálogo sobre Messi con el árbitro del partido que ha sido recogido en un video. (ipcdigital)