Samuráis Azules dominaron el encuentro, pero fallaron mucho en la definición
Japón, pese a jugar con un hombre más durante casi una hora, fue incapaz de marcarle un gol a Grecia, empató sin goles y envió a Colombia a los octavos de final, que horas antes había sumado su segunda victoria, frente a Costa de Marfil (2-1).
Tras este empate, los marfileños, con tres puntos, mantienen la segunda plaza, por uno de Japón y Grecia. El martes 24, Japón jugará contra Colombia y Grecia frente a Costa de Marfil.
Japoneses y griegos viven en las antípodas. Mientras los orientales tiran de entusiasmo y les gusta la velocidad, el equipo de Fernando Santos siempre avanza con un ojo puesto en la retaguardia. Confía en cualquier acción que le dé una ventaja que defender.
Por eso, con su fútbol dinámico, Japón controló por completo el primer tiempo. Tuvo el balón prácticamente en todo momento (70 por ciento de posesión) y abrió bien el juego por ambas bandas, pero le faltó un remate certero. Lo intentó Okubo hasta en tres ocasiones y Honda, a balón parado, pero no encontraron la forma de superar a Orestis Karnezis.
Grecia, además, tuvo que luchar contra el infortunio. Se quedó sin su mejor atacante, Mitroglu en el minuto 35, y poco después sin otra de las referencias de su juego, Katsouranis, que se ganó dos tarjetas en once minutos y salió del campo en el 42. Como consecuencia de esto, Fernando Santos se vio obligado a hacer dos cambios antes del descanso.
Con uno menos, la selección de Fernando Santos no se acercó a la meta de Japón más que con un disparo de Pangiotis Kone al que respondió bien Eiji Kawashima, al comienzo del segundo tiempo.
El resto fue un quiero y no puedo nipón. Un reguero de claras ocasiones falladas por Okubo, Honda o Uchida, un tratado de impotencia para alegría de los griegos, que aún siguen vivos y, sobre todo, de Colombia, que no precisa del tercer partido para estar en octavos. (EFE)