Pareja demandante perdió un bebé a los pocos meses de nacido
Por mandato judicial, un obstetra y el dueño de la clínica en Hokkaido que lo emplea deberán pagar 10 millones de yenes (casi 98.000 dólares) por daños y perjuicios a una pareja por un mal diagnóstico realizado en 2011.
A principios de mayo de ese año, una mujer con 20 semanas de embarazo se sometió a una prueba prenatal en la mencionada clínica. El obstetra le dijo que el resultado del test para el síndrome de Down había sido negativo, cuando en realidad había sido positivo.
El obstetra admitió su error, según Kyodo.
El Tribunal de Distrito de Hakodate avaló el reclamo de la mujer y su esposo. Al recibir un diagnóstico falso, ella perdió la oportunidad de interrumpir el embarazo, adujo la pareja.
El hijo de ambos nació con síndrome de Down y murió a causa de una complicación relacionada con su condición unos pocos meses después del nacimiento. (ipcdigital)
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