El hecho fue denunciado por la madre ante la policía de Kanazawa en Kanagawa.
Los casos de hostigamiento con violencia siguen alcanzando a los niños peruanos en Japón. Una madre de esa nacionalidad residente en Yokohama ha pedido justicia y busca ayuda psicológica para su niño de 12 años luego de que fuera salvajemente golpeado por dos chicos de su misma edad por una disputa que comenzó por una pelota.
El escolar peruano fue atacado por dos niños japoneses que le patearon y golpearon con una lata en la cabeza, le hicieron sangrar por la nariz, le llenaron la boca de agua como si se tratara de un acto de tortura, le escupieron y le dijeron que se vaya a su país, reveló la madre a International Press.
El hecho ocurrió la tarde del martes 8 de abril en un parque del distrito de Kanazawa, en la provincia de Kanagawa. El peruano se defendía de un niño que había dañado su bicicleta saltando sobre ella y reclamaba por la pelota que le habían quitado cuando empezó la pelea.
“Primero era uno contra uno, mi hijo contra uno de ellos, cuando entró en la pelea un segundo chico”, narró la mujer. “Entre los dos se ensañaron con su cabeza. No se detuvieron ni cuando vieron la sangre en el rostro de mi hijo”.
No se trataba de muchachos extraños. Los tres niños habían compartido sus sábados y domingos desde hace cuatro años jugando pelota, pero la desproporción del ataque y los insultos xenófobos contra el amiguito peruano han llamado poderosamente la atención.
El caso fue denunciado ante la policía de Kanazawa que actuó llamando a los padres y amonestando a los agresores.
La peruana informó que esta semana tuvo una reunión de conciliación con las madres de los atacantes, pero no quedó satisfecha con el resultado. “La semana pasada firmaron un documento en el que asumían la responsabilidad de sus hijos, pedían disculpas y que iban a pagar los daños ocasionados, como costos de hispital, traductor y trabajo perdido. Pero ahora han cambiado la posición y solo quieren pagar hasta un tope que no alcanza para cubrir los gastos. Además han amenazado que si no acepto lo que me quieren dar pondrán un abogado”, dijo.
La peruana ha logrado contactar con un abogado japonés que en estos momentos analiza la situación del caso.
Al mismo tiempo, ella ha reflexionado sobre la forma en que actuó frente a la agresión contra su hijo. “Le han tomado rayos X y afortunadamente no tiene dañado en el cráneo, pero los chichones de ese dia eran grandes y yo reconozco que dejé pasar dos dias para llevarlo al médico. Fue mi gran error”, manifestó.
La peruana coincidió también en que los extranjeros deben tener acceso a más información sobre las acciones que deben tomar en casos de violencia por ijime y a ser conscientes de la posición que deben asumir ante la misma policía japonesa.
“Por ejemplo, uno de los abogados japoneses que consulté me dijo que cuando esté frente a la policía grabe la conversación para saber cómo están tomando el caso”, manifestó
La otra acción, consideró, es no firmar ningún documento de finiquito del problema hasta no estar totalmente seguro de que no habrá secuelas en la salud del chico agredido.
“Quieren que yo firme un papel para acabar todo y acepte el dinero, pero veo a mi hijo afectado psicológicamente, se queja al dormir y llora fácilmente. Se ha vuelto muy sensible y tengo temor de que puedan quedar sequelas”, dijo la peruana. (ipcdigital)