Los brasileños del BNFC derrotaron en la final al Pacífico y antes eliminaron al Oppama.
BNFC, el equipo brasileño de Gotemba, se llevó la Copa Yokosuka de Fútsal al derrotar en la final por 2 goles a 0 al Unión Pacífico de Kanagawa, en el marco de los torneos que organiza la comunidad peruana en esta provincia.
La competencia se realizó en el coliseo de Oppama y dividió en tres grupos a los 12 equipos participantes.
Sobre el papel iba a ser una copa sin sorpresas y así ocurrió. Los animadores fueron Oppama FC, que era dueño de casa, Carisma, BNFC, Unión Pacífico, Tsurumi Bolivia y Deor Futsal.
Con ellos estuvieron Sato Shoken, Oppama B, Diamantes, Spice, un combinado de la Kyokuto y otro que se hizo llamar CDM, por coincidencia las iniciales del mítico equipo peruano Club Deportivo Municipal.
El árbitro principal fue el peruano Guillermo Sotelo, que se desempeñó con personalidad y con apenas sobresaltos. Con tantos años arbitrando en Japón, Sotelo supo lidiar con los jugadores más difíciles y las bancas más apasionadas. Su ayudante más activo fue Martín Goya quien lo hizo igual de bien.
La mesa de control estuvo dirigida por el inacabable Hiro Yabiku, quien soportó la mayor presión para manejar resultados, sanciones y la máquina del tiempo.
El auspiciador central de la copa fue nada menos que Seven Bank que instaló una mesa para realizar su campaña de apertura de cuentas.
EL PROTAGONISMO DE LOS CHICOS
Un detalle que llamó poderosamente la atención del ambiente vivido el pasado domingo 22 en Oppama fue la presencia de muchos niños y adolescentes, entre hijos y sobrinos de los jugadores participantes.
Algunos haciendo lo suyo, correteando por el coliseo, pero otros, los más grandecitos, asumiendo responsabilidades en la organización del torneo. Los adolescentes, entre hombres y mujeres, relacionados al Oppama FC se encargaron de la venta de comida y al término de la competencia ingresaron al campo en tropel para limpiar el campo y recoger las cintas de demarcación de la cancha.
El reflejo de juventud también se sintió en los equipos. El Oppama B, por ejemplo. Mientras en el arco tenía al papá, Gonzalo Hayashi, en la posición de cierre hacía jugar al hijo de éste, Paolo, un espigado estudiante de 15 años.
“Es una alegría jugar juntos, una manera de relacionarnos mejor y de unión familiar”, dijo Gonzalo a International Press digital.
Tsurumi Bolivia también es un conjunto que ha afianzado su renovación. El experimentado Gabriel Tamashiro dirige un equipo formado con un par de adultos y el resto con jugadores que no llegan los veinte años. Además de compatriotas suyos tiene a dos japoneses, un peruano y un colombiano. “Somos un equipo bien internacional y joven”, destacó Tamashiro.
Hay que ver a Yoshi Tanaka, el delantero que presentó Unión Pacífico. Es un peruano de 19 años educado en Japón, pero que ha logrado absorber toda la picardía del jugador latino. Dicen que uno de los maestros del chico es Ichiro Cerrón, excelente jugador que viste las camisetas del Pacífico y Ameya de Fussa. De hecho, se parecen en actitud. No dan pelota por perdida y no puedes darles ni un metro de ventaja.
Y algo más. Son valientes. Aceptan todos los retos, no temen a la patada, son espectaculares en la escapada y por coincidencia, buena o mala, son unos provocadores. Con seguridad, ambos serán la atracción de los torneos en 2014.
ESPÍRITU OPPAMA
Oppama FC es siempre mención especial. Con ellos inscritos en una competencia, cualquier torneo puede dar por seguro que tendrá nivel y buen espectáculo. El equipo mantiene una columna vertebral desde hace tiempo con el arquero Daniel Cordova como hombre clave.
Es indiscutible que Daniel no es solo seguridad bajo los tres palos sino que encarna el espíritu del Oppama. Intenso de principio a fin. Con él nadie se duerme en el campo. El tándem titular tiene en sus filas a Yoshio Mugaburu, al joven Bruno Gaviria, al japonés Yuya y al argentino Sebastián Oishi. Alternan Roger Inga Solano, Reinaldo Bello y Hideki Nakahodo.
Este Oppama merecía mejor suerte. Era el favorito, pero en Yokosuka volvió a chocar con la misma pared que en Zama: los brasileños del Gotemba dirigidos por los sensacionales Marquinhos y Thiago.
Jugadores más, jugadores menos, el BNFC fue casi el mismo equipo que con el nombre de Inter FC derrotó 3 a 1 al Oppama en la final de la Copa Pacífico el pasado 1 de diciembre.
Esta vez Oppama y BNFC se cruzaron en la semifinal en el partido más atractivo de la competencia. En el tiempo reglamentario acabaron 2 a 2 con gran actuación de Sebastián y Gaviria, por el Oppama y de Marquinhos y Sinzinho por el BNFC.
En la tanda de penales el palo decidió la suerte del Oppama que se quedó fuera de la final.
LA FINAL Y UNA PREOCUPACIÓN
En el último juego por la copa, el BNFC derrotó 2 a 0 al Unión Pacífico que no pudo aguantar la intensidad que el equipo brasileño le puso al partido.
El BNFC se llevó la copa y el primer premio con dinero en efectivo y Marquinhos, capitán del equipo, fue elegido el Mejor Jugador del torneo con toda justicia.
Sin embargo, no todo fue felicidad. La preocupación fue general por la salud de Ángel Hirashiki del Carisma, quien fue llevado en ambulancia luego de resultar lesionado al chocar con un jugador del Oppama FC.
Al cierre de esta edición, Ángel había salido del hospital donde estuvo internado hasta el día 24 por una fisura en el cuello y una lesión en uno de los pulmones. Todos están atentos al desarrollo de su tratamiento y varios equipos ya se preparan para participar en un torneo benéfico con fecha y lugar por confirmar. (Luis Álvarez/ipcdigital)
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