Carmen Rebaza Cueva ha lanzado desde Chimbote, Perú, un dramático pedido de ayuda a todos los latinos de Japón para conocer el paredero de su hermano, el recordado árbitro de los torneos de fútbol de la comunidad, Ricardo Rebaza, de quien teme por su vida.
Rebaza era un respetado personaje en el mundo deportivo de los peruanos en Japón que llegó a dirigir los mejores torneos de fútbol y fútsal de la comunidad como la Copa Perú, Copa Nueva Vida, Copa Walon, Copa Chile, entre otras muchas competencias desde que llegó a este país en 1992.
La señora Carmen dijo en un mensaje dirigido hoy a International Press que las comunicaciones con Ricardo empezaron a romperse hace cinco años, tras el último viaje que hizo a Perú para intentar hacer un negocio.
“Sucedieron cosas y él regreso a Japón con su esposa (japonesa), muy desanimado por la situación con su familia”, manifestó. Desde aquel entonces la familia en Perú perdió contacto directo con Ricardo.
Su salud no estaba bien. En 2005 le habían diagnosticado amiloidosis, una complicada dolencia que ataca órganos vitales como el riñón y puede desencadenar en paro cardiaco.
Preocupados por su condición y con ayuda de los miembros de una iglesia en Japón, la familia logró saber de él hace algunos años. Lo ubicaron en su casa en Kawasaki, distrito de la provincia de Kanagawa. El informe que les hicieron llegar fue muy preocupante.
“(nos dijeron que) estaba en mal estado, parecía dopado, no hablaba nada. La esposa japonesa no les permitía hablar con él y solo les dejó verlo cuando le dijeron que llamarían a la policía. Les dijo que (Ricardo) estaba esquizofrénico”, escribió Carmen.
Todo se complicó cuando “los amigos de la iglesia” volvieron a la vivienda en Kawasaki y se enteraron que la esposa japonesa y Ricardo se habían mudado. “Esto fue lo último que supimos de él”, dijo la hermana.
Los temores sobre la vida de Ricardo son grandes. Carmen contó que hasta tres personas que regresaron a Perú desde Japón señalaron que su hermano habría muerto, pero sin dar ningún detalle más ni dato que pueda conducir hasta su esposa japonesa.
Pero la familia no pierde la fe e implora la ayuda de la comunidad peruana y latina en Japón para hallar a Ricardo. “Nosotros tenemos esperanza que no sea así. Por favor ayúdennos a buscarlo. Estamos desesperados. Mi madre, que tiene 84 años, no deja de nombrarlo todos los días y se despierta pidiéndonos que la ayudemos a desenterrar a su hijo, nos desgarra el corazón. Ayúdennos por amor de Dios”, escribió Carmen.
Cualquier información sobre el paredero de Ricardo Rebaza, favor de reportarla a International Press o a la autoridad consular peruana en Japón.