Despidos afectarán a empleados en Japón, México, China y Malasia
El fabricante nipón de electrónica Sharp prevé recortar unos 11.000 empleos y vender activos para generar más de 2.000 millones de euros, según el plan de reestructuración de la empresa, parte del cual publicó la agencia local Kyodo.
El proyecto, enviado esta semana a instituciones financieras niponas, muestra que para abril de 2014 Sharp prevé reducir en un 19 por ciento su plantilla de 57.170 empleados, lo que implica un recorte de 10.966, entre ellos unos 3.100 trabajadores nipones que se acogerán a un plan voluntario de jubilación anticipada.
Otros empleados sujetos a estos recortes incluyen a personal que trabaja en fábricas de televisores de México, China y Malasia, que la empresa planea vender y obtener así unos 38.000 millones de yenes (378 millones de euros).
El pasado agosto, los medios nipones apuntaron a que Sharp estudiaría vender las plantas de montaje de televisores en México y China a la taiwanesa Hon Hai Precision Industries, lo que le permitiría reducir su propia plantilla en 3.000 empleos.
Además, Sharp prevé vender su subsidiaria estadounidense de energía solar Recurrent Energy por unos 25.000 millones de yenes (248 millones de euros).
El fabricante de Osaka también espera deshacerse de participaciones en otras empresas por 1.600 millones de yenes (15,9 millones de euros), así como de inmuebles y otros activos hasta generar en total unos 213.100 millones de yenes (2.122 millones de euros)
También recortará sueldos y bonificaciones hasta septiembre del año próximo para ahorrarse 50.000 millones de yenes (498 millones de euros) en costes de personal respecto al ejercicio anterior.
Estratégicamente, la compañía tiene previsto revisar su rama de negocio de pantallas de cristal líquido (LCD) para televisores, fortalecer la de LCD para «smartphones» y reducir sustancialmente sus operaciones en tecnología para generar energía solar.
El fabricante de Osaka espera salir de números rojos durante el próximo año fiscal, que en Japón comienza en abril de 2013, y lograr en ese ejercicio un beneficio neto de 14.600 millones de yenes (145 millones de euros).
La reestructuración se produce después de que Sharp registrara en 2011 una pérdida neta récord de 376.000 millones de yenes (3.747 millones de euros), mientras que para el ejercicio 2012 prevé perder unos 250.000 millones de yenes (2.492 millones de euros). (EFE)