«La empresa y los órganos reguladores estaban demasiado confiados», revela informe
Andrés Sánchez Braun / EFE
Un informe publicado el lunes por expertos acusa a TEPCO, operadora de la central nuclear de Fukushima, y al Gobierno japonés de sobrestimar la seguridad de la planta, lo que dio lugar a una respuesta inadecuada para atajar la crisis atómica iniciada en marzo de 2011.
«La empresa y los órganos reguladores estaban demasiado confiados y consideraban que acontecimientos peores de los incluidos en sus estimaciones no sucederían, por lo que no fueron conscientes de que las medidas para evitar el peor de los escenarios presentaban muchos agujeros», explica el documento, de casi 450 páginas.
Es por eso que el grupo de expertos creado por el actual Gobierno considera que TEPCO no pudo responder adecuadamente cuando el desastre del 11 de marzo inutilizó en Fukushima la refrigeración de los reactores y el suministro eléctrico de emergencia, lo que desató la crisis y supuso la fusión parcial de las unidades atómicas.
«TEPCO ha dicho que la pérdida de casi todas las fuentes de electricidad debido a un terremoto y un tsunami superó sus previsiones. Pero eso fue porque la empresa simplemente decidió no incluir este escenario dentro de sus hipótesis, basándose en un mito sin fundamento sobre la seguridad», detalla.
Este exceso de confianza, apunta el documento, se tradujo en que los empleados de Tokyo Electric Power (TEPCO) en la central carecían de entrenamiento para actuar y pensar de una manera más flexible.
Los expertos subrayan que eso provocó, por ejemplo, que la inyección de agua para el reactor 3 se suspendiera durante más de seis horas porque los técnicos la cerraron sin pensar antes en la necesidad de configurar un sistema de refrigeración alternativo.
El informe publicado, el cuarto documento que resalta la falta de preparación de TEPCO para afrontar un desastre como el de Fukushima, concluye además que la investigación interna llevada a cabo por la eléctrica «no es suficiente para aclarar» lo que sucedió durante la crisis.
En cuanto a los organismos encargados de regular la generación atómica en Japón, el panel, integrado por una decena de expertos y académicos, acusa a estas instituciones de inmovilidad en materia de prevención.
El documento que han elaborado tras entrevistar a más de 700 personas recuerda en este sentido que la Agencia de Seguridad Nuclear se opuso en 2006 a implementar un plan para reforzar la preparación ante desastres nucleares por temor a que hiciera dudar a la población de la seguridad de las instalaciones atómicas de Japón.
La investigación sanciona también la actuación del Gobierno durante la crisis y pone en duda que la decisión del ex primer ministro Naoto Kan de visitar la planta el día después del inicio de la crisis fuera la mejor manera de responder a la falta de información procedente de la central.
La actuación de Kan tuvo por ello «más efectos perniciosos» que beneficiosos porque pudo confundir a los técnicos de la central y conducir a la toma de decisiones erróneas, prosigue.
El estudio considera también que, pese a la falta de datos concretos procedentes de la planta al iniciarse el desastre, el Ejecutivo podría haber utilizado su sistema informático para predecir la propagación de elementos contaminantes para reducir la exposición a la radiación de aquellos que vivían cerca de Fukushima.
En sus conclusiones, el texto sugiere al Estado y a TEPCO a profundizar más en las investigaciones sobre el accidente y recomienda a las empresas operadoras de centrales nucleares en Japón que refuercen su seguridad independientemente de que la probabilidad de que se produzcan un desastre en una determinada zona sea mínima. (EFE)
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