El genial caricaturista dice sentirse «como un arquero que no sabe por dónde le entró la pelota»
Joaquín Salvador Lavado, «Quino», el «padre» de Mafalda, cumple hoy 80 años y confiesa que su creación favorita no es la niña rebelde que le hizo famoso en todo el mundo sino la pequeña Libertad, un personaje que incorporó al final de la tira.
Rodeado de familiares y amigos, Quino ha elegido la localidad mendocina de Luján de Cuyo, a más de 1.000 kilómetros de Buenos Aires, para celebrar en la intimidad su 80 aniversario.
Los años «no pasan, se te quedan en el cuerpo», apunta el genial caricaturista en una entrevista con el diario Clarín, en la que admite que se siente a los 80 años «como un arquero que no sabe por dónde le entró la pelota».
Explica que sus problemas visuales le limitan a la hora de dibujar y prefiere disfrutar su tiempo con la música, el cine y la gastronomía.
«Para qué gastarme en que se me ocurran cosas que después no puedo dibujar. Es como si un tenor tuviera problemas con las cuerdas vocales», añade.
El «padre» de Mafalda confiesa que, después de dibujar a su pequeña heroína durante diez años, se sintió mejor con el personaje de Libertad, la hija de padres hippies a la que incorporó a la tira en su etapa final.
«Libertad ofrecía muchas más posibilidades. A Mafalda la dibujé desde que empezó hasta que terminó la tira, durante diez años. En cambio a Libertad la dibujé al final de la tira y, claro, con ese personaje me siento mejor», agrega en la entrevista con el diario argentino.
Joaquín Lavado nació en Mendoza, en el seno de una familia de emigrantes españoles, el 17 de julio de 1932, estudió Bellas Artes pero pronto se decantó por la caricatura.
Comenzó a publicar la tira de Mafalda en 1964 en el semanario «Primera Plana» sin imaginar que esta niña irónica, preguntona y preocupada por la paz mundial se convertiría en un símbolo de rebeldía.
Cansado de la pequeña Mafalda, Quino dejó de hacer la tira en 1973, pero recuperó el personaje para ilustrar campañas en favor de los derechos de la infancia.
En 2009 anunció que dejaba de dibujar por un tiempo para evitar repetirse.
Durante su larga trayectoria, Quino ha publicado varios libros y ha recibido numerosas distinciones, como el «Romics de Oro», máximo galardón que otorga el Festival de Cómic y Animación de Roma, en su edición de 2011, y el II Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos. (EFE)
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