Nélida Tanaka: «Mi hija me mintió, sí tiene relaciones sexuales»

 

Consulta: “¡Aún no puedo creer que mi hija me haya mentido de esta manera! Siempre ha negado que tenga relaciones sexuales con el muchacho con quien está saliendo. Lo ha negado todas las veces que le pregunté. Pero me he enterado de que ella está teniendo relaciones con él. Si ella tiene tan solo 21 años y nosotros la estamos manteniendo. Me siento muy decepcionada, muy dolida. Antes ella no era así, era una niña sensata que comprendía lo que le decíamos, nos hacía caso. Siempre le dije que es importante que la mujer sea virgen hasta el matrimonio. Creo que ha estado cambiando desde que entró a la universidad, seguro que tiene la influencia de amistades malas. Me arrepiento de que hayamos venido al Japón, seguro que en Perú no hubiese habido este problema.”

 

Respuesta: Comprendo que es muy doloroso saber que los hijos nos han mentido. Uno siente que la relación basada en la confianza se desmorona. Uno se siente defraudado, dolido ciertamente.

Sin embargo, pensemos las razones por las que los hijos nos mienten. Una es el estilo de comunicación. Me dice que siempre le habló de la importancia de la virginidad prematrimonial. Este es el punto de vista que usted tiene al respecto y así actuó usted siempre, claro.

 

Por otro lado, ¿escuchamos la opinión de nuestros hijos al respecto? Puede que la respuesta sea negativa, ¿no? Muchas veces damos nuestras opiniones sin escuchar cuáles son las de ellos. Sin darnos cuenta los padres cometemos el error de tener una comunicación unilateral departiendo de nosotros tan solo, en especial cuando creemos que se trata de valores importantes. Entonces perdemos la oportunidad de escuchar lo que ellos piensan y la mentira puede surgir cuando ellos no pueden expresar su voz y tienen una posición diferente.

 

Otra razón es el desarrollo y maduración de los hijos. A medida de que ellos van creciendo, van teniendo sus propios valores, los cuales no siempre son los mismos que los de los padres. El obrar de acuerdo a los valores que ellos tienen, es un paso a la independencia psicológica de los progenitores, es decidir de acuerdo a lo que ellos piensan que es correcto.

 

A primera vista, esto nos parece una traición a la confianza que les otorgamos, es algo que duele muchísimo. Sin embargo, se necesita que nos detengamos a pensar, a escuchar sus opiniones.

 

Este es un momento muy importante porque la comunicación posterior con ellos puede cambiar de acuerdo a las reacciones que tomemos. Sea sincera con sus sentimientos, pero sepa escuchar con calma, no la corte a media explicación aún cuando no esté de acuerdo con lo que le diga. Ella tiene 21 años, está en la mayoría de edad. Vea cuán madura es su respuesta, el amor y la seriedad entre ellos.

 

¿Siente que hay mutuo respeto en las relaciones?, ¿puede ella hablar francamente con él? Son estos aspectos los que más importancia tienen en una relación, ¿ no es cierto?  Usted podrá decirle su opinión pero al final es ella la que dará la última respuesta. Verá que respetando sus puntos de vista podrá edificar una relación abierta y de amiga entre madre e hija en la que ambas puedan hablar francamente.

 

Aunque uno quiera negarlo, ella ya tiene relaciones con él.

 

Otro punto primordial es que ella tenga conocimiento sobre medidas anticonceptivas para evitar embarazos no deseados. Si le es difícil hablar concretamente de estos temas, aconséjela que busque la información necesaria en libros o en el internet.

 

Finalmente, si está interesada en la situación actual de las relaciones premaritales en el Perú, según estudios de La Rosa (2002), la edad mediana de la iniciación de relaciones sexuales en Lima es de 16.6 años en los hombres y 20 años en las mujeres. Investigaciones en varios países nos señalan que las relaciones premaritales son comunes en la actualidad.

 

Lo más importante es que su hija se valore a sí misma y en sus relaciones humanas, nosotros los padres estamos para apoyar a nuestros hijos.