Dicen que han despertado y que no piensan callar; miles de estudiantes universitarios protestaron hoy en diversas ciudades mexicanas contra la manipulación de los medios de comunicación y de los políticos, a falta de poco más de un mes para las elecciones presidenciales.
«Es un movimiento que va mucho más allá de las elecciones. Ganará quien gane y nos tendrá que escuchar, porque no nos vamos a callar», dijo a Efe Rosana Holsch, estudiante de 20 años que participó en la marcha más numerosa, la de la capital mexicana.
Ella es una de los 131 estudiantes que encendieron la mecha el pasado 11 de mayo, cuando Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y favorito en las encuestas, acudió a la Universidad Iberoamericana y algunos estudiantes lo abuchearon.
Fueron tachados de «porros» (agitadores) por el entorno del político y por algunos medios de comunicación, y para defenderse grabaron un vídeo que tuvo una gran repercusión gracias a las redes sociales.
Nació el movimiento «Somos más de 131» (el número de estudiantes que aparecieron en el vídeo) y en pocos días se transformó en «Yo soy 132», cuando compañeros de otras universidades se sumaron al movimiento estudiantil.
El pasado viernes protestaron frente a la cadena Televisa y el sábado varios miles de ellos se juntaron en el Ángel de la Independencia; poco después se convocaba la gran marcha nacional para hoy.
En Ciudad de México la manifestación partió del monumento llamado Estela de Luz, en donde los estudiantes se reunieron con pancartas con lemas como «Hace un tiempo perfecto para vivir un momento histórico», «Bienvenidos al quinto poder, las redes sociales» o «Nuestros sueños no caben en sus pantallas».
Aunque hubo palabras contra personalidades y partidos políticos, la mayoría de las críticas fueron dirigidas contra lo que consideran falta de objetividad de los medios de comunicación.
«Somos un pueblo y no puede ser que nos manipulen de esa manera, ya estamos hartos. Llegó un momento en que los jóvenes despertamos», dijo a Efe Yaiza Bejos, miembro también de los 131.
A sus 20 años, nunca imaginó que un sencillo vídeo iba a tener tanta repercusión y a ser el inicio de lo que muchos ya llaman «la primavera mexicana», continuación de otros movimientos sociales creados en países como España.
«Fue una gran sorpresa para todos», dijo Bejos, quien está convencida de que este es el momento de despertarse «y ver que la manipulación y la violencia no es la solución para este país que necesita un gran brinco», dijo.
Según insistió Holsch, aunque el movimiento surgió de críticas a Peña Nieto, no van en favor ni en contra de nadie, sino que como movimiento se definen como apartidistas, pacíficos y sin líderes.
«No creo que la esquematización de un movimiento social sea el camino. Sí se van a formar asambleas donde cada quien trabaje por su parte, basándose en las indignaciones particulares, y luego habrá días en los que, como hoy, nos juntemos todos para expresarnos», explicó.
La marcha se desplazó luego al Ángel de la Independencia y algunos de los estudiantes siguieron caminando hasta el Zócalo capitalino por la avenida Reforma, dificultando mucho el tránsito en la zona. Otros decidieron ir a las instalaciones de Televisa.
La protesta se extendió a otros estados como Puebla, en donde unos 2.500 universitarios marcharon desde el zócalo hasta las instalaciones locales de las dos principales empresas de comunicación del país, TV Azteca y Televisa.
En Guadalajara, unos 1.000 jóvenes de universidades públicas y privadas se dieron cita para acudir también a la sede regional de Televisa con consignas como «Más educación, menos telenovelas».
Los jóvenes invitaron a la sociedad a inscribirse como observadores ciudadanos durante las próximos comicios presidenciales del 1 de julio para evitar un posible fraude electoral.
También se celebraron marchas en diversas entidades como Chihuahua, Querétaro, Hidalgo, Baja California y el Estado de México.
VIDEO DE LA PROTESTA DE ESTUDIANTES